Fue tal vez luego de Jimi Hendrix la figura más dominante del mundo de las guitarras eléctricas. En un terreno donde la innovación es más que un valor Eddie Van Halen, guitarrista de la banda que llevaba su nombre y uno de los celebérrimos ejecutantes del instrumento en toda la historia del rock, murió hoy a los 65 años después de luchar contra el cáncer.

La noticia de su muerte la dio a conocer Wolfang Van Halen, hijo del guitarrista, que por medio de Twitter anunció lo que nadie esperaba. “No puedo creer que tengo que escribir esto, pero mi padre, Edward Lodewijk Van Halen, ha perdido su larga y ardua batalla contra el cáncer esta mañana. Él era el mejor padre que pude haber pedido. Cada momento que compartí con él adentro y afuera del escenario fue un regalo. Mi corazón está roto y no creo nunca recuperarme completamente de esta pérdida. Te amo mucho, papá”.

Hoy el mundo del rock está atónito al perder a una de sus columnas más talentosas. Eddie Van Halen nació en Holanda, el 26 de enero de 1955, pero su familia se mudó a los Estados Unidos cuando era muy chico. En vida fue dueño y señor de un sonido titánico que emergió en la segunda mitad de los años 70 con Van Halen, el grupo californiano que formaba junto a su hermano el baterista Edward Van Halen, el bajista Michael Anthony y el cantante David Lee Roth. Esa fue la formación clásica de la banda que desde el vamos generó fanáticos y adherentes.  Pero el secreto del grupo que reunía a un baterista tan talentoso como  ruidoso, a un bajista siempre acompasado y a un cantante de hard rock ultra expresivo(con notables influencias del mundo del vodeville), en su mayor porcentaje se debía a Eddie, un apenas veinteañero dueño de una técnica endiablada (algo que el mundo conoció como tapping),extremadamente eléctrica y poseedor de un sonido gigantesco. Tanto era su talento en vivo que otros guitarristas no entendían cómo lograba sonar como sonaba, y de ahí entonces, como sucedió con Hendrix, Clapton y no muchos otros más, fueron miles los que se empeñaron en emular un sonido que ya tenía dueño.


Fue Gene Simmons de Kiss uno de los primeros en ponerle el ojo al cuarteto, llevándolos a grabar un demo del que no pasó demasiado. Pero la banda no se quedó en las negativas de ese primer intento y en 1978 lanzaría Van Halen, un primer álbum que llevó al cuarteto a alcanzar un éxito inmediato como quien prende una mecha.Con ese primer disco el grupo salió de gira ante grandes audiencias, reafirmando el poder de fuego de su guitarrista (a quien muchos por su corta edad llamaban Little Devil). Años más tarde, la década del ochenta encontró a la banda y a su guitarrista en el podio de los actos en vivo más recaudadores del show business.


En esa década no fueron pocos los que en nuestro país pudieron escucharlo. Fue el 11 y 12 de febrero de 1983 en un Estadio Obras que estaba completamente distinto a como solía estar para los shows locales. Con una disposición escénica y sónica jamás vista antes en Argentina, Van Halen tocó con un lleno total los tracks de Diver Down, el disco que habían lanzado un año antes y que dejó rendida a la crítica y al público local en su paso por Sudamérica.


Un año más tarde todo sería más y más éxito para el grupo, y sobre todo para Eddie, que ya asentado como uno de los grandes guitarristas de su tiempo comenzó a darle espacio a su otra pasión, los teclados. El lanzamiento de 1984 (un álbum con hits como “Jump”, “Panamá” o “Hot for teacher”) los encontró como un ícono del hard rock y de la generación MTV, que erigía a su guitarrista como el gran baluarte de la generación eléctrica post Hendrix.



Nuevos éxitos

A mitad de esa década y con la salida de David Lee Roth por Sammy Hagar en voces, Eddie agigantó su figura de líder y conductor de su banda, siendo en esa segunda mitad de los ochenta donde Van Halen se haría todavía más y más popular en su país y en el mundo con hits todo terreno como “Pouncake”, “Dreams” y “Why can´t this be love”, un clásico que todavía suena en las FM del mundo.

Durante las décadas posteriores Van Halen sobrevivió a los cambios de integrantes originales, a las modas y vaivenes del negocio con nuevos discos con mayor o menor repercusión, pero siempre el grupo estuvo ahí, reconocido como uno de los grandes actos en vivo del rock. Pero también durante esos años Eddie enfrentó una fuerte adicción al alcohol -de la que dijo ser presa desde los 12 años- y al consumo de tabaco. Fue esta última costumbre la que a finales de los años noventa lo llevó hacia una obligada quimioterapia para tratarse por un cáncer de lengua que hoy viene a la memoria de los fans.

Van Halen fue la banda de Eddie, algo que nadie puede dudar. Así lo observaron quienes enarbolaron el nombre del grupo en 2007 cuando fue nombrado como nuevo miembro en el Rock and Roll Hall of Fame, un club del que pocos son miembros y que año a año desata controversias. El último disco del grupo lanzado en 2012 (A different kind of truth, nuevamente con David Lee Roth)volvió a exhibir en base a viejas composiciones inéditas mucho del sonido original de la banda, algo que hoy toma valor al tratarse oficialmente de los últimos registros de Eddie Van Halen.

Compañeros de ruta

Muchos de quienes fueron sus compañeros de ruta, así como un inmenso arco del mundo del rock están en shock por la pérdida del guitarrista. Uno de los primeros en expresarse fue Paul Stanley de Kiss, quien recordó que Van Halen salió de gira con ellos en los años setenta. “Sin palabras. Un pionero y alguien que siempre lo dio todo por su música. Un alma buena. Recuerdo haberlo visto tocar por primera vez en 1976. Estoy conmocionado y triste. Mi más sentido pésame para Wolfie y su familia”.

Geezer Butler, bajista de Black Sabbath, también se expresó por las redes después de conocer la noticia. “Justo cuando pensaba que 2020 no podía ser peor, escuché que Eddie Van Halen falleció. Fue uno de los hombres más agradables y con los pies en la tierra que conocí. Un verdadero caballero pero también un genio. Que descanse en paz. Mis pensamientos están con su familia y con su hermano Alex”.

Otro que manifestó pesar por la pérdida de Van Halen fue Brian Wilson, líder de los celebrados Beach Boys. “Me acabo de enterar de la muerte de Eddie y me siento fatal, no sólo porque era un gran guitarrista, sino porque en California eran queridos por muchos. Amor y piedad para la familia y los amigos de Eddie”.

Nikki Sixx, bajista de los californianos Motley Crue también se expresó vía Twitter: “Estoy aplastado. QEPD, Eddie Van Halen. Vos cambiaste nuestro mundo porque fuiste el Mozart de la guitarra eléctrica”.