La muerte de Jorge Dilorenzo, uno de los libreros históricos del Parque Rivadavia, titular del puesto N°42 de la feria que el gobierno de la Ciudad levantó y trasladó el 7 de enero pasado, viene a sumar un costado trágico al polémico proyecto de apertura de la calle Beauchef atravesando el parque, sin el consenso de los feriantes ni de los vecinos de ese espacio verde de Caballito.

Dilorenzo falleció a las 13 del jueves luego de un cuadro de descompensación debida al intenso calor. En una carta dirigida a la Dirección General de Ferias y Mercados porteña, los trabajadores y trabajadoras de la Feria de Libros de Parque Rivadavia responsabilizaron a las autoridades por el fallecimiento del librero, señalando “su accionar coercitivo, autoritario y desconsiderado” hacia los feriantes y las “condiciones infrahumanas” en las que deben trabajar luego del traslado forzado de sus lugares de trabajo.

“Sin sobretechos, aleros ni toldos, sin agua potable ni luz eléctrica, sin baños”, describe el comunicado la situación de los feriantes, ahora ubicados sobre la Avenida Rivadavia. Todo eso, “sumado al cansancio y al estrés provocados por la mencionada situación precaria en la que nos encontramos”, aseguran, derivó en la muerte de Dilorenzo.

Los feriantes sostienen que «el hecho de que trabajemos en la vía pública no significa que no tengamos derechos, ni que resignemos los derechos adquiridos a lo largo de tantos a los de trabajo».

Y pidieron que la Dirección de Ferias ponga fin al hostigamiento constante a que los somete desde hace dos semanas, con sus supervisores pasando hasta tres veces por día para controlar el presentismo.

La Asociación Cooperadora del Normal 4, la escuela contigua al Parque cuya comunidad también se opone a la apertura de esa calle, por donde salen cada día alumnos de todos los niveles, incluido los de jardín, se hizo eco del fallecimiento del puestero, acompañando a su familia y reiterando el apoyo a sus compañeros.