La ausencia a veces se puede transformar en música. Por eso, Juan José Libertella se propuso convertir la nostalgia por su padre en una gran concierto que esta noche se presentará en el Centro Cultural Tasso. “Lo que hicimos fue recopilar la música escrita que tenía mi viejo, aquellos arreglos orquestales de los 50”, cuenta a través del teléfono Juan José acerca de este homenaje realizado por la Orquesta Típica José Libertella que se armó este año, a 55 de la creación de la agrupación que dirigía el bandoneonista. 

«Hace poco estuve transfiriendo discos de vinilo de esa orquesta y de las grabaciones de la que hizo con Miguel Montero y Chiqui Pereyra. Cuando las escuché con uso de razón, me gustó mucho y entonces se me ocurrió reflotarla porque eran buenas composiciones y me parecía que la gente las tenía que escuchar», aclara. Su papá, José Pepe Libertella, murió en 2004 mientras encaraba una gira con la formación que dirigía, el Sexteto Mayor con el que tenían programadas varias actuaciones. 

El repertorio del concierto con dirección de Julián Hermida que se verá en el Tasso tendrá entre sus composiciones a «Universo”, “Paris Otoñal” y “Bajo Romántico”; y sus grandes éxitos “Lluvia de Estrellas” de Osmar Maderna, y “Nueve Puntos” de Francisco Canaro, entre otros. Este homenaje se presentó en agosto dentro del Festival Internacional de Tango en la Usina del Arte. 

-Cómo fue el armado de este homenaje?  

-Teniendo las partituras originales de mi viejo para la orquesta, vi los temas que había y llamé a Julián Hermida. Aparte de dirigir, a mí me gustaba mucho que él esté al frente porque trabaja con varios músicos era el tipo ideal para armar una orquesta. Comenzamos los ensayos, y por suerte los músicos que eligió Julián son tipos acostumbrados a leer y trabajar música. Empezó a sonar todo muy bien desde los primeros ensayos. 

-¿Te costó realizarlo desde lo emocional?  

-La muerte de mi viejo la viví a nivel humano como una cosa terrible. Aparte él murió en París y hasta que pudimos hacer un velatorio y todo eso fue una cosa bastante fulera. Fue bastante duro porque el sexteto que había ido allá iba a debutar así que tuvieron que quedarse. Con el tiempo yo fui entendiendo que tenía que continuar con lo que él había empezado, que lo único vivo que hay de él es su música. Por eso me dediqué a producir, a hacerme cargo de la orquesta y lo fuimos encarando de otra manera a medida que pasaba el tiempo. Nunca hubo una intención comercial, sólo que sentía que había que seguir tocando, haciendo música y no se tenía que desbandar el sexteto porque eran excelentes músicos. 

-¿Cuál es el legado que te dejó tu viejo a vos y al ambiente? 

-Cuando empecé a trabajar me di cuenta que había aprendido mucho de mi viejo sin saberlo. Me encontré tomando decisiones que yo hubiera tomado simplemente por estar con él. Sabía cosas que no tendría que saber y que las sé porque son cosas que él hubiera hecho. Durante mi vida escuché tango y de forma inconsciente se te va metiendo en la cabeza. El ambiente me gusta mucho, hay buenos músicos. En el tango las cosas se hacen muy en serio son músicos que han estudiado mucho y han investigado mucho y entonces tienen que hacer un trabajo arqueológico para poder encontrar músicas que no se difunden. El tango es más profundo por eso siempre digo que es un viaje de ida.  

-Hay planes para continuar con la orquesta?  

-Sería bueno. Esta música no puede quedar guardada en un papel. Queremos que se escuche y se recree música de otra época, esta no es una banda tributo si no que es algo nuevo. No es una orquesta que los bailarines busquen para bailar solamente, si no que es también para escuchar. Así que vamos a hacer todo lo posible para impulsarla.

La orquesta con la dirección musical de Julián Hermida se presentará nuevamente con doce músicos en escena: Adrián Enríquez en piano; Marco Antonio Fernández, Santiago Polimeni, Daniel Ruggiero y Nicolás Velázquez en bandoneones; Eduardo Walczak, Bruno Cavallaro, Manuel Quiroga y Tamara Zakour en violines; Ruben Jurado en viola; Clement Silly en cello y Pablo Motta en contrabajo. Cantarán Guillermo Fernández y Walter “Chino” Laborde.

El concierto es el jueves 22 de septiembre a las 21 en el Centro Cultural Torquato Tasso, Defensa 1575. Las entradas anticipadas tienen un valor de $250 y en la puerta tienen el precio de $280