Tras la resonante denuncia pública por abuso y acoso que alumnas y ex alumnas del Colegio Nacional Buenos Aires realizaron la semana pasada en el acto de colación, el rector envió por un breve comunicado por mail en el que informó que los tres regentes y un profesor pidieron su traslado a otra dependencia de la UBA.

El texto fue enviado a la comunidad educativa del colegio y lleva la firma de Gustavo Zorzoli, el rector señalado como encubridor de estos hechos por las jóvenes.   

«Les informamos que ayer, tanto el Regente de Estudios como el Regente General y hoy, el Regente del Turno Mañana y el Subjefe del Departamento de Matemática han solicitado su traslado a otra dependencia de la Universidad de Buenos Aires a efectos de facilitar las investigaciones en curso», señaló.

La denuncia

“Hoy nos reencontramos para dar cierre a un ciclo muy significativo en nuestras vidas. Queremos aprovechar esta oportunidad para hacer una puesta en valor de lo que significó nuestro paso por el Colegio Nacional Buenos Aires”, introdujeron las ex alumnas.

Se reunieron un estimado de 70 alumnas en el establecimiento acompañadas por pancartas y pañuelos verdes en solidaridad con las tres compañeras que encabezaron el discurso. Ellas denunciaron con nombre y apellido a un regente, un preceptor, un profesor de matemática, uno de historia, uno de informática, otro de educación física y dos vicerrectores que, según aseguraron, ejercieron variedades de violencias machistas ante las chicas.

“Año 2015. Tenemos 15 o 16 años. Subimos las escaleras para llegar al aula y nos encontramos con ‘este’ preceptor. Nos ofrece su servicio de masajes, evalúa junto a nuestros compañeros cuál es el mejor culo del año y les comenta ‘cómo se garcha’ a una de nuestras compañeras. También hay besos y manoseos que nos incomodan. Sólo comentamos estos episodios entre nosotres en el baño durante el recreo”, recordaron.

«Suena el timbre otra vez, cambiamos de materia, tenemos Matemática. Entra este docente y saluda a algunas de nosotras con un beso, nos toca la cintura. A sus favoritas nos pide que seamos ‘sus secretarias’ o que le mandemos fotos de nuestras vacaciones por mail. A quienes no le agradamos nos denigra buscando complicidad con nuestros compañeros varones y haciendo comentarios sobre lo pronunciado de cierto escote: ¿Acaso no es evidente que nos vestimos de este modo para provocarlos?», agregaron.

También señalaron como cómplices a sus compañeros de clase y al rector Zorzoli, por “quedarse con los brazos cruzados y no tomar acción al escuchar los reclamos en su momento”.

“Regente, preceptores, docentes, vicerrectores, rector: ya no le tenemos miedo a sus sanciones. ¿Qué piensan de todo esto cuando se jactan de la supuesta excelencia académica que corre por estos claustros? ¿La violencia institucional también es uno de los pilares sobre los que se asienta el prestigio que reviste a este Aula Magna?”, se preguntaron.

“Acá nos paramos firmes. Somos les invisibilizades de siempre, les violentades, les acosades, les abusades, personas trans, gordas, putas, gays, lesbianas, pero por sobre todas las cosas somos personas empoderadas”, señalaron.

Las exigencias

• Que se imparta una educación sexual con perspectiva de género: queremos hablar de consentimiento y de placer

• Que se aplique el Protocolo de acción institucional ante las situaciones de violencia de género dictado en el año 2015

• Un Departamento de Orientación al Estudiante con psicólogues capacitades para acompañarnos en nuestro desarrollo y crecimiento personal, sin juzgarnos ni discriminarnos

• Una revisión de los programas de cada materia que se ajuste a los tiempos que corren y que incluya bibliografía feminista

• Una reforma en el Reglamento del colegio, que nos ampare, nos defienda, que fomente la igualdad y el respeto entre pares.