Que nada es privado en las redes sociales virtuales es una verdad que podemos intuir aunque no tengamos conocimientos técnicos para afirmarlo. Desde el sentido común hablamos cada vez más seguido de algoritmos y de las publicidades que nos abordan según nuestros gustos. Atribuimos estas sugerencias a nuestras búsquedas en Internet y nos asusta, a veces entre risas, que el teléfono escuche lo que hablamos. Muchas veces ante las pruebas de que estamos siendo vigilados, negamos la importancia para el sistema de nuestros cotidianos y banales datos. En ese círculo, seguimos produciendo información a cambio de socializar en las redes.

Nada es privado (The Great Hack) es un documental original de Netflix que se ocupa de uno de los nuevos miedos del siglo XXI: lo que el poder puede hacer con nuestra información. El acceso a interacciones, pagos con tarjetas de crédito, ubicaciones y los me gusta redundan en una construcción acertada de nuestro perfil como consumidores y como electores que tanto la publicidad como la propaganda usan para interpelarnos.

El documental de casi dos horas se centra en el rol de la empresa Cambridge Analytica durante la campaña presidencial de Donald Trump en 2016. Con un millón de dólares por día de inversión en Facebook, se abre el gran interrogante sobre cuál fue en verdad la participación de la empresa de Mark Zuckerberg en el gran hackeo.

La construcción del relato documental se realiza desde David Carroll, un profesor de tecnologías digitales de Nueva York que emprende una demanda en Inglaterra para recuperar sus datos robados. Cual investigador de ficción, reconstruye datos, entrevista expertos, avanza en conjeturas. Consigue los valiosos testimonios de dos exempleados de Cambridge Analytica, quienes alejan la empresa de una simple consultora de comportamiento electoral para evidenciar la manipulación de información con fines de propaganda sucia. Datos de 50 millones de perfiles de Facebook fueron extraídos mediante una aplicación que proponía completar una encuesta. De este modo se accedía a la información personal, muros y mensajes privados de quienes descargaban la aplicación como también de sus amigos, aunque no intervinieran ni en un clic. Desde estos grandes volúmenes de datos se arribaba a cierta previsibilidad del comportamiento de los votantes. Se buscaban los perfiles «influenciables» según cada territorio y se diseñaba contenido diferenciado para persuadirlos.

Tomar información de usuarios sin que estos sepan, categorizar sus perfiles, identificar su localización, agruparlos y producir mensajes personalizados. Hasta allí unas dinámicas novedosas y propias del siglo XXI que propician preguntas acerca de la ética de estos procedimientos. A esto se adiciona la campaña sucia, el tiroteo de información difamatoria sobre candidatos adversarios. El documental desnuda la campaña contra Hillary Clinton, donde mediante insistentes piezas comunicacionales se la acusaba de corrupta. Manipulación de opiniones carentes de base que incitan al odio como dimensión central de la campaña y tiene implicancias en el desarrollo de la democracia.

Luego se referencia una cantidad de casos donde Cambridge Analytica había ensayado el procedimiento antes de la elección de Estados Unidos en 2016. Entre los «países del tercer mundo» que se mencionan se encuentra primero Argentina, con la elección de Mauricio Macri en 2015. La política y las redes es un tema que en Argentina nos toca de cerca. La recurrente acusación al gobierno de contar con un ejército de trolls que exponen al escarnio a opositores en las redes y la proliferación de noticias falsas forman parte de la contienda electoral.

El documental, dirigido por Jehane Noujaim y Karim Amer, propone un minucioso relato que comienza en Estados Unidos para pasar a Inglaterra y retomar episodios en Tailandia. Una importante producción, con un cuidado uso del lenguaje, que sabe contar con tensión dramática una historia de espionaje político. Un relato que no profundiza en tecnicismos, no aburre y que por lo tanto se constituye como material de divulgación acerca de un tema que nos concierne a todos.  «

Citizenfour (2014) 

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es un documental dirigido por Laura Poitras que puede verse en Amazon Prime Video y que trata sobre Edward Snowden. Se centra en el escándalo que salió a la luz cuando Snowden le reveló a un grupo de periodistas los documentos que probaban que los poderosos estadounidenses y británicos incurrían en espionaje ilegal ante usuarios de internet. Es ganadora del Oscar a Mejor Documental.

Deep Web (2015)



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es un documental dirigido por Alex Winter que puede encontrarse en Netflix y que se ocupa de la denominada “web profunda”, sitios que no se encuentran indexados en los motores de búsqueda y donde puede encontrarse comercio de drogas y demás actividades ilegales. Se sustenta en entrevistas a expertos y profundiza en un caso de enorme repercusión.

Lo and Behold



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Ensueños de un mundo conectado (2016) también en Netflix, dirigida por Werner Herzog, quien se posiciona ajeno ante internet proponiendo un viaje hacia los orígenes del medio y mediante fascinantes entrevistas trazando una mirada al futuro. Los robots, los viajes a Marte y la posibilidad onírica que representa internet fluye de la imaginación de este prolífico director de culto.