Huérfana de novedades importantes en los últimos tiempos, la investigación por la muerte del fiscal Alberto Nisman llega a su cuarto aniversario con una versión oficial, la del asesinato, y otra también contenida en el expediente, la del suicidio, encerradas en un laberinto. La defensa del procesado como partícipe necesario del supuesto homicidio, Diego Lagomarsino, prepara un pedido para después de la reanudación de la actividad judicial, en febrero próximo, que podría sacar al expediente del letargo y producir una prueba acaso definitoria.

Cual si se tratara de una remake de una película argentina, el título del peritaje podría ser «el secreto está en sus manos». Se trata de un detalle que, si bien está desde hace largo tiempo en el expediente, fue ignorado hasta ahora por los investigadores: una herida en el dedo índice izquierdo del cadáver de Nisman que, según la defensa del informático, demuestra que el fiscal se disparó.

El dedo índice izquierdo de Nisman muestra, según las fotografías ampliadas del cadáver que constan en la causa, una pequeña herida muy cerca del nudillo. Esa lesión no fue consignada en el informe de la autopsia. No hay una explicación; los tanatólogos no la consideraron importante o directamente no la observaron. Sea como fuere, para el perito de parte Luis Olavarría, esa herida pudo haber sido causada por la manipulación del arma que –según su relato– Lagomarsino le había prestado al fiscal horas antes de su muerte.

«Se trata de una pequeña lesión que se produce cuando se toma el arma con ambas manos. La corredera retrocede y pellizca. Si se toma bien el arma la corredera no debería hacer esa lesión. De hecho, si se dispara con una mano sola no hay herida, pero si el tirador utiliza las dos y empuña mal (porque es un novato en el uso de armas o no está habituado a hacerlo) el movimiento causa un pequeño arrancamiento de piel y carne.»

Entre otros elementos de fundamentación del pedido de peritaje, la defensa de Lagomarsino aportará un video que aparece en el canal de YouTube de un sitio mexicano llamado «pistolas fritas». Bajo el título «Nunca olvides este detalle al disparar Pistolas Semiautomáticas», un instructor de tiro demuestra con una banana y un arma similar a la que causó la muerte de Nisman cómo una doble empuñadura deficiente termina dañando la cáscara de la fruta. El video tiene más de 1,1 millones de visualizaciones y puede verse en

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La hipótesis de la lesión causada por la corredera fue incorporada al expediente por primera vez por el exdiputado Mario Cafiero y el investigador Francisco Javier Llorens en abril de 2015. Pero hablaba de otra lesión, en el mismo dedo pero en la parte inferior de la falange. El nuevo detalle, sobre el que la defensa de Lagomarsino planea pedir un peritaje para determinar si el movimiento del arma coincide como en un rompecabezas con la etiología de la herida, fue aportado tiempo después por Olavarría. «En la autopsia no se describió esa  pequeña lesión. Por eso creo que no le dieron mayor importancia. Pero es fundamental porque demuestra la doble empuñadura del arma y explica que la mano tuvo un sangrado desde esa herida cuando el cuerpo ya estaba en el piso. Hay, además, una gota de sangre en la punta del dedo, una especie de ‘bolita’, que podría provenir de esa herida o podría ser sangre de la boca», explicó el perito.

La herida –según esta teoría– incorpora definitivamente al escenario de la muerte a la mano izquierda de Nisman. «Los informes de las querellas y los peritajes oficiales muestran a una mano izquierda pasiva. Así fuera que sostuvieran que lo mató una persona, dos, tres o que se autodisparó, la mano izquierda no aparece. Nadie explica por qué esa mano tiene manchas de sangre ni por qué aparece la huella de un pulgar izquierdo sobre la mano derecha. Un peritaje sobre esa herida demostrará que la mano izquierda también participó de la mecánica de la muerte», definió Olavarría.

Uno de los principales argumentos de quienes sostienen la teoría del homicidio es que las manos de Nisman no tenían rastros de pólvora. Esa información está desmentida en el expediente desde el 10 de febrero de 2015 por el Servicio de Ingeniería Química Forense, dependiente del Ministerio Público Fiscal de Salta: «Sobre las muestras analizadas se hallaron partículas consistentes con residuos de disparo. Las que son definidas por la norma de referencia del método como aquellas que pueden estar asociadas con la descarga de un arma, pero también podrían originarse a partir de otras fuentes no relacionadas con una deflagración de armas. Cuando se conceptúa que ‘no se hallaron partículas características de residuos de disparo’ no se está afirmando que la persona muestreada no ha disparado un arma de fuego».

Esa explicación, enmarcada en la herida en la mano izquierda hasta ahora inadvertida, constituye –según la defensa del informático– un indicio sólido sobre el autodisparo. «

CAUSA AMIA

En su recordatorio del fiscal Nisman, el presidente de AMIA, Agustín Zbar, se pronunció en contra del proyecto de Cambiemos de realizar un «juicio en ausencia» a los acusados del atentado. «Para AMIA resulta fundamental que los acusados iraníes sean juzgados en suelo argentino, para que den cuenta de sus actos con las garantías de nuestra Constitución nacional, sin caer en la tentación de modificar en nada el orden jurídico vigente por impulsos políticos, por mejor intencionados que fueran», expresó en una columna publicada en el portal Infobae.