La decisión está tomada. Cambiemos no recogerá el guante que le tiró el presidente del bloque Argentina Federal, Miguel Ángel Pichetto, y no presentará un proyecto alternativo para regular las tarifas. El presidente Mauricio Macri utilizará la herramienta del veto.

La estrategia de Cambiemos será aferrarse a la interpretación que señala que el Congreso Nacional no puede fijar el precio de las tarifas de los servicios públicos. Esa concepción será el eje del rechazo del oficialismo tanto en el trabajo en Comisión como en el recinto.

Las dudas sobre como afrontaría el Poder Ejecutivo el último tramo del debate parlamentario sobre el proyecto de emergencia tarifaria fueron despejadas ayer por la tarde en la quinta de Olivos.

El texto que retrotrae las tarifas de los servicios públicos y establece un índice de variación salarial para los futuros aumentos obtuvo la media sanción en Diputados hace una semana y el martes comenzó a ser tratado en un plenario de Comisiones esta semana.

Se espera que la semana que viene continúe el tratamiento en Comisión con la presencia de los gobernadores. Sin embargo, la decisión del oficialismo filtrada el miércoles podría provocar una aceleración en el proceso.