La primer sorpresa apareció cuando en las redes sociales del presidente electo se vio una foto que los mostraba juntos, ambos sentados en sillones con una mesa ratona en el medio con dos vasos de agua y rodeados por un salón muy amplio y vacío, con una iluminación minimalista en todas las paredes y una mullida alfombra de color morado. 

Eran Alberto Fernández, presidente electo de Argentina, a la izquierda, y enfrente, a su derecha, Rafael Correa, ex mandatario de Ecuador. Pero Correa no estaba allí por su condición de ex jefe de Estado sino como entrevistador contratado especialmente por la cadena de noticias Russia Today (RT) en español. El martes, en la conferencia que brindó en el Colegio San Ildefonso de la UNAM, el propio Fernández comentó la novedad algo sorprendido. “Rafael (por Correa) ahora también es periodista”, deslizó en un tramo de su disertación.

A aquella sorpresa inicial por la aparición de Fernández y Correa juntos, en el Distrito Federal de México, le sucedió este jueves la difusión en la web del contenido propiamente dicho de la entrevista de RT. “No podemos pagar la deuda en las condiciones en las que está la economía argentina”, fue la definición más fuerte que pronunció el mandatario electo durante el diálogo con Correa. “El mundo tiene que entender que no somos Macri. Nosotros no mentimos. No podemos pagar en las condiciones en las que está la economía argentina”, insistió Alberto F.

El reportaje que Correa le hizo a Fernández tenía acaso como principal disparador la pregunta del ecuatoriano sobre cómo y de qué manera fue posible constituir un frente electoral que ganara las elecciones frente a la experiencia neoliberal de Mauricio Macri. Fernández, por su parte, utilizó buena parte del diálogo para exponer en detalle las condiciones en las que asumirá el gobierno, el próximo 10 de diciembre.

“Macri va a dejar 5 millones de nuevos pobres en Argentina. Un 40% de la población debajo de la línea de la pobreza. Ese es el resultado de su gestión. La economía se tiene que recuperar, volver a producir y volver a exportar. De ese modo tendrá dólares para hacer frente a las obligaciones. Hoy nada de eso ocurre. Llevamos dos años consecutivos de caída del consumo”, fue el diagnóstico que Fernández transmitió en diálogo con el ex mandatario ecuatoriano.

Voluntad de pago 

En otro tramo del reportaje, Fernández recordó las características que tuvo la renegociación de la deuda en default que se encaró durante los primeros años del gobierno de Néstor Kirchner. “Nosotros dimos un plan de pago. No es que no pagamos más. Y salimos pagando. Ahora debemos hacer lo mismo. Tengo muchas expectativas en que vamos a poder salir adelante. Queremos pagar. Argentina se tiene que poner de pie. La comunidad internacional lo entiende y creo que nos va a acompañar”, remarcó. Y enseguida puso el foco sobre la corresponsabilidad del FMI en el otorgamiento de una deuda récord a la Argentina en un período tan corto y con una economía que no podía cumplir los requisitos habituales que –se supone- debe acatar un país que gestiona un programa de asistencia financiera con el organismo.

““El FMI le prestó 57 mil millones de dólares a la Argentina. Hasta el momento nos han dado 45 mil millones. Todos saben que el FMI ha sido cómplice de lo que ha pasado. Confío en que vamos a tener una negociación cierta y vamos a poder explicar nuestra verdad”, completó.

Por pedido de Correa, Fernández analizó el resultado electoral de los comicios generales del 27 de octubre. El mandatario electo recordó que en momentos de crisis la sociedad argentina suele asignarle al peronismo la tarea de estabilizar el país y recuperar la economía. Pero el presidente electo también ensayó una explicación para el 40% de los votos que obtuvo Juntos por el Cambio a pesar de que la gestión de Macri tuvo muy pocos logros económicos, o ninguno. “El peronismo gana pero siempre hay un tercio de la Argentina que reacciona contra el peronismo. Lo acabamos de ver con Macri. Lo que motiva esos votos es el antiperonismo. (A Macri) lo votó gente que la está pasando mal, que vio reducido su salario o que cerró su comercio. Pero los votan por esa vocación de pertenecer a un lugar al que después no los dejan pertenecer”, fue la hipótesis esgrimida por Fernández.

Lula libre, Bolsonaro, Unasur

En el resto de la entrevista, el futuro Jefe de Estado respondió sobre la relación entre Argentina y Brasil, habló sobre el conflicto personal con el brasileño Jair Bolsonaro, volvió sobre su reclamo histórico de que liberen a Luiz Inácio Lula Da Silva y conectó ese caso con la llamada ‘law-fare’ (persecución judicial a los gobiernos populares) que se extendió por América Latina.

“Bolsonaro está enojado conmigo porque pido la libertad de Lula . Lo lamento mucho. Para mí el Estado de Derecho es el respeto de las libertades y el debido proceso. Son reglas absolutas para que la Justicia sea independiente. Eso, en nuestro continente, fracasó. Yo soy un hombre de Derecho. Y en donde veo una injusticia la marco”, reafirmó. Fernández también cuestionó la detención de Milagro Sala, la líder de la Túpac Amaru. “Durante años (Milagro) me trató muy mal. Tuvimos muchas diferencias políticas. Pero no merece estar detenida. Eso no es vivir en un Estado de Derecho”, cuestionó.

Finalmente, también a pedido de Correa, Fernández se refirió a la Unasur, el bloque sudamericano que desarticularon los gobiernos de derecha y que –vale recordar- tenía su sede en un moderno edificio de la localidad ecuatoriana de Mitad del Mundo, en las afueras de Quito. En relación a este punto, Fernández aseguró que él y Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, conversaron sobre la posibilidad de reflotar la integración latinoamericana. “El país más norteño de América Latina y el país más al extremo sur pueden construir un eje que reviva la unidad”, se esperanzó.