“No podía no venir porque confío mucho en este grupo. Y menos después del quilombo que había hecho”. Así de sincero y espontáneo fue Lionel Messi al contar, apenas terminado el partido y todavía dentro del campo, sus sensaciones después de su vuelta a la Selección.

En realidad, Leo nunca se fue. Había amagado alejarse después de perder la final de la Copa América. Lo anunció, intentó mantenerlo, pero su primera reunión con Edgardo Bauza desarmó sus declamadas intenciones. “En aquel momento no engañé a nadie con lo que dije, sentía eso. Pero con este grupo me siento muy feliz y confío mucho en él. Más allá de las finales que se perdieron, tenemos gente para lograr cualquier objetivo”, dijo el astro.

Sobre el encuentro, La Pulga reconoció que “por ahí no pudimos mostrar el juego que queríamos y que podíamos llegar a hacer. Pero fue porque se dio el partido así. No es fácil en este nivel jugar todo el segundo tiempo con un jugador menos. Pero sacamos el resultado que necesitábamos”, señaló en referencia al 1-0 final y a la expulsión de Dybala. El rosarino mostró su desacuerdo con la roja que sacó el chileno Julio Bascuñán y se la reprochó a la vista de todo el estadio al finalizar la primera etapa: “No es la primera vez que este árbitro nos deja con uno menos”, recordó.

En algún momento se había dudado de la presencia de Messi ante los uruguayos. Pero el jugador del Barcelona se sobrepuso a los golpes que sufrió en el partido con el Athletic de Bilbao y dijo presente, aunque no dio seguridades de jugar el martes ante Venezuela. “No sé si estaré, me duele mucho el pubis, pero quería estar después de todo el quilombo que había hecho. Siempre que me toca jugar en Argentina la gente me llena el corazón, en todos los partidos y en todas las ciudades del país en las que jugué. Gracias a ellos por tanto cariño”, finalizó Messi.