Después de reunirse durante dos horas con Marcelo Gallardo, el presidente de River, Rodolfo D´Onofrio, hizo lo políticamente correcto. Primero dejó expresarse a la Conmebol, que al mediodía del domingo le confirmó que el partido se jugaba y dos horas después lo postergó. Y después esperó que hable Boca, a través de Daniel Angelici y Guillermo Barros Schelotto, quienes sorprendieron al anunciar que presentarán un escrito de cuarenta páginas ante el Tribunal deportivo sudamericano pidiendo que les dé por ganada la final.

En ese contexto, D´Onofrio afirmó que River siempre tuvo la mejor voluntad para que se tomen las decisiones más acertadas. “Esperábamos que sea una fiesta y nos preparamos para eso. Algo falló en el procedimiento de seguridad que se ocupaba del traslado del plantel de Boca y a partir de allí nos pusimos a disposición de las circunstancias. Entendimos que la prioridad era la salud de los jugadores rivales y por eso estuvimos de acuerdo en no jugar el sábado. Aceptamos también la decisión de la Conmebol de no jugar el domingo. Y ahora vamos a ir a Asunción el martes para determinar una nueva fecha y un nuevo horario para jugar el partido, que sin ninguna duda será en el Monumental y con público porque en eso quedamos con Angelici y con el presidente Alejandro Domínguez. Cualquier otra cosa que se diga o haga sería faltar a la palabra de lo que se dijo y se firmó”, dijo con énfasis D´Onofrio.

Consultado sobre el reclamo que elevará Boca, primero sonrió y luego se mostró algo fastidiado: “En River no sabemos nada de manera oficial por lo tanto no tengo nada para decir. Sólo reafirmo que lo que se habló entre las partes fue otra cosa. Es más, el presidente de la FIFA (Gianni Infantino) había dado la orden de jugar el sábado a las 19:15 y yo mismo le dije a Angelici que tenía mi solidaridad si Boca consideraba que no estaba en condiciones de jugar. A las 19 horas, en la última reunión del sábado, yo mismo opiné que River prefería postergar el partido porque no queríamos jugarlo con ninguna ventaja. Y allí firmamos ese pacto de caballerosidad del que tanto se habló. Entonces que ahora se digan otras cosas me parece difícil de creer porque sería faltar a la palabra empeñada”.

Se fue D´Onofrio sin querer avanzar sobre posibles negociaciones de escritorio, sabiendo que sería entrar en el escenario que ahora plantea Boca y sabiendo también que los antecedentes podrían jugarle en contra, aunque las situaciones sean totalmente distintas a las ocurridas en La Bombonera en el 2015, en el recordado hecho del gas pimienta. “Está clarita la posición de River –dijo para cerrar- Fuimos solidarios con Boca y no quisimos ninguna ventaja. Así que ahora sólo resta fijar nuevo día y horario para disputar la final y que haya un campeón de la Copa Libertadores”.