La cita, como cada sábado desde hace diez años, es en el mástil de la plaza 9 de Julio de Andalgalá, en Catamarca. “Ya son más de 550 caminatas –cuenta Rosa Farías, integrante de la Asamblea del Algarrobo–; en pandemia solo lo dejamos de hacer tres semanas, pero volvimos como forma de demostrar rebeldía. Vamos con barbijos, mantenemos la distancia, lo importante es nunca dejar de luchar”.

El enemigo, poderoso, es el proyecto minero Agua Rica de la empresa Yamana Gold dedicado a la extracción de oro, cobre, plata y molibdeno. Las Caminatas por la Vida es una de las maneras (otra es bloquear los caminos para que las camionetas de la minera no puedan pasar) que encontró el pueblo para defender el cordón montañoso Nevados del Aconquija o, en palabras de la Asamblea, “nuestro tanque de agua natural”.

“Han aprovechado la pandemia –explica Rosa– para extender las actividades. Por ejemplo, en estos días están subiendo al cerro para hacer tareas de exploración. Ese permiso lo consiguieron en plena cuarentena gracias a que el Gobierno provincial organizó consultas públicas a través de Zoom”.

La activista asegura que Agua Rica es ilegal y recuerda que en 2016 la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) le dio lugar al amparo ambiental presentado por la Asamblea al considerar que los jueces provinciales habían vulnerado los derechos de los andalgalenses al autorizar el proyecto minero. El mismo año, la lucha popular logró que el Consejo Deliberante sancione, por unanimidad, una ordenanza que prohibió la actividad minera en la Cuenca alta del rio Andalgalá.

Días atrás, la ONG Mining Watch Canadá, dedicada a vigilar las actividades de las empresas mineras alrededor del mundo, le envió una carta a los miembros de la Cámara 2 de Apelaciones Civil, Comercial, Laboral y de Minas, quienes deben decidir sobre la apelación presentada por Yamana Gold, alertando sobre la contaminación del río y la destrucción de los glaciares.

“La minería aprovechó el decreto presidencial –insiste Rosa–  que la declara actividad esencial. Sabemos que el Gobierno nacional tiene puesta sus fichas en Agua Rica porque nuestros recursos naturales son para pagar la deuda. Así lo sentimos acá”.