Frente al Congreso, los trabajadores del CONICET realizaron un paro, y lo hicieron para repudiar el ajuste en el sector científico-tecnológico público que está llevando a cabo el gobierno de Mauricio Macri. Miles de docentes e investigadores se manifestaron para pelear por el derecho a la ciencia y el trabajo. #ApoyoDocentes “La Educación del Pueblo no se vende, se Defiende”, fue la consigna.

La multitudinaria marcha se replicó en distintos puntos del país donde se hace ciencia, ya que fue votado y acordado en el último plenario nacional de trabajadoras y trabajadores de la ciencia en febrero.

Con bombos y pancartas se concentraron frente al Congreso para protestar por los graves daños que la política macrista produjo en el campo de la ciencia. Los manifestantes explicaron que “el vaciamiento a la educación y el trabajo es algo que el Pueblo no olvida ni perdona”.

“A pesar de las maniobras discursivas del ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, para disimular el ajuste, hay miles de doctores que lo único que quieren es el empleo fijo del CONICET, los números son claros. Al recorte del 20% en las becas doctorales y postdoctorales, el año pasado (respecto a 2015), se le suma un ajuste mucho mayor al 50% en los ingresos a carrera de investigador para la convocatoria actual», explicaron. Y aseveraron que, «no sólo se reducen las vacantes de 830 en 2015 a 450, sino que además dentro de esas 450 estarán las de repatriación (un promedio anual de 70 en años recientes) y las de temas estratégicos, que hasta ahora tenían cupo propio».

Parece ser que los recortes anunciados no sólo afectan a los 500 postulantes a becas que habiendo superado todas las instancias de evaluación para entrar al CONICET se quedaron afuera, cabe destacar, que esto también involucra a cinco o seis tandas de profesionales que están terminando sus doctorados y que deberían ingresar a la carrera científica en cuatro o cinco años.

En este sentido, el recorte de presupuesto y de personal obstaculiza y puede frenar investigaciones sobre temas complejos como el cáncer o el alzheimer que requieren de la participación de equipos multidisciplinarios con distintos enfoques. Todos los avances en ciencias sociales y humanidades quedan a la deriva, lo cual impactará con efectos negativos en un mediano y corto plazo en la vida de las personas.

El gobierno de Macri llevó a la comunidad científica a la crisis; no sólo por el recorte presupuestario, ya que también tuvo un aumento nominal del 25% con una inflación cercana al 40% según las estimaciones, sino también porque se ejecutó menos en términos reales.

“Esto sólo genera un retroceso de las oportunidades de ingreso a la carrera de Investigador Científico. Hemos vuelto a una cuota de admisión que nos lleva a 2004. Hubo un notable recorte de recursos para el funcionamiento de diferentes áreas de Investigación. Esto perjudica a la comunidad en su conjunto”, aseguran los trabajadores en la red social Facebook.