Un nuevo golpe al bolsillo, este lunes subió la nafta un 0,6%, mientras que el gasoil bajó un 1,8%. El gobierno y las petroleras habían acordado un ajuste en los combustibles a principio de este año.

El ajuste había sido anunciado por el ministro de Energía, Juan José Aranguren y el mecanismo de aumento se basa en distintas variables, como el precio del petróleo, el de los biocombustibles y el tipo de cambio.

Las petroleras por su parte especulan con que el gobierno no les pida bajar los precios para evitar mayores aumentos en el futuro, más cerca de las elecciones, dado que el convenio contempla una revisión trimestral de los valores en los surtidores. Eso se debe a que las empresas temen que el Gobierno les pida un esfuerzo para no remarcar las pizarras cerca de las legislativas.

El presidente de la Cámara de Empresarios del Combustible, Raúl Castellanos, explicó que el incremento es debido a las revisiones trimestrales que realiza cada compañía petrolera. Luego recordó que “el aumento era inminente”. El Estado nacional propuso un mecanismo de acercamiento a los precios internacionales del crudo.

Sumado al incremento de las tarifas del gas de la semana anterior, este nuevo aumento representaría el 0,5% de la inflación del mes de abril.