El conservador Rodrigo Maia, del partido Demócratas, fue elegido esta madrugada presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, segundo en la línea sucesoria detrás del mandatario interino Michel Temer. Maia obtuvo 285 votos contra 175 de Rogerio Rosso, del Partido Social Democrático (PSD), quien representaba al sector del renunciante jefe de Diputados, Eduardo Cunha, procesado por sobornos y corrupción y quien fue mano derecha del presidente Temer en el comando del juicio político contra la mandataria Dilma Rousseff. Maia tendrá el control de Diputados hasta febrero, cuando termina el mandato de Cunha y recibió apoyos de todos los sectores, lo cual hace suponer a los analistas que no ofrecerá un respaldo tan explícito como le prometía Rosso al gobierno de Temer. «Fuera Cunha, Fuera Cunha», gritaban los apoyadores del nuevo presidente de la cámara de diputados, hijo del ex alcalde de Rio de Janeiro Cesar Maia, del antiguo Partido del Frente Liberal, hoy Demócratas. Cunha debe enfrentarse a un proceso de destitución en la cámara baja de su cargo de diputado y con la derrota de su candidato sus chances de ser expulsado de la cámara y quedar sin fueros para ser investigado por corrupción aumentaron. «Vamos a trabajar por reformas que son necesarias y vamos a dar espacio para el diálogo para todos,», dijo Maia, quien fue respaldado incluso por gran parte del Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff, rival histórico. Maia forma parte de la base parlamentaria que respalda a Temer, pero no será un trabajador incondicional del vicepresidente a cargo del Ejecutivo como sí lo fue Cunha. Los diputados Maia y Rosso definieron la elección en una segunda vuelta, luego de que fueran los dos más votados en primer turno, por delante de otros 14 candidatos. El Partido Socialismo y Libertad (PSOL) se abstuvo en la segunda vuelta. El PT, los comunistas, los socialdemócratas y los conservadores hicieron una acuerdo con Maia para garantizar una participación de la nueva minoría, la que quedó del gobierno de Rousseff, y, de paso, ofrecer una derrota a Cunha, que pertenece como Temer al Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB). Maia nació en Chile en 1970, cuando su padre estaba exiliado de la dictadura brasileña cuando aún pertenecía a las filas de la izquierda liberal, es padre de cuatro hijos y está casado con la hijastra de Wellington Moreira Franco, secretario para las privatizaciones del gobierno de Temer. Su candidatura para presidente de la cámara baja estuvo en duda hasta último momento ya que la ley dice que el cargo puede ser ejercido por un brasileño nacido y no naturalizado, pero el mostró la partida de nacimiento registrada en el consulado de Brasil en Santiago. Para el gobierno interino de Temer, el Congreso de Maia deberá enfrentar el camino hacia la búsqueda de consensos para sus proyectos económicos, como la ampliación del déficit en 2017 y una serie de medidas de ajuste que incluyen un nuevo marco sobre privatizaciones, reforma jubilatoria y el ingreso de extranjeros en la explotación petrolera. En un acto con la federación de municipios en el Palacio del Planalto, sede del gobierno, Temer envió un mensaje a los legisladores: «Estamos con una base parlamentaria que es fundamental en el Estado Democrático de Derecho, la interacción entre el Ejecutivo y el Legislativo, que es una solidez extraordinaria». Temer y su jefe de gabinete, Eliseu Padilha, conmemoraron hoy públicamente informes económicos de agencias financieras que indican la posibilidad de crecer 2% en 2017, luego del derrumbe de 3,8% de 2015 y el esperado en 2016. «Vi una noticia que me preocupó un poco por lo exagerada, porque si ese crecimiento ocurre vamos a ganarnos el aplauso nacional, no tengo dudas», subrayó el vicepresidente en ejercicio de la presidencia.