Como si se tratara de una escena de Full Monty, aquella película donde un grupo de desempleados se desnudaba para hacerse de unos pesos tras el despido de una fábrica, este martes los ocho reclusos acusados de formar parte de la banda de Los Monos hicieron lo mismo en señal de protesta, ya que pretendían volver al penal de Piñero los días en los que no se lleve adelante el juicio. La negociación duró tres horas.

Es que la primera vez que se sacaron la ropa fue en el subsuelo del nuevo Centro de Justicia Penal. Cuando todo parecía zanjado y fueron trasladados al lugar cercano a la sala de audiencias se enteraron que el problema no estaba resuelto, por lo que volvieron a sacarse la ropa. “Hace dos días que no nos bañamos ni nos dan de comer”, alcanzó a decir uno de los internos una vez sentado en el banquillo. Pero rápidamente volvieron atrás, y los tres reclusos que habían llegado fueron sacados de la sala.

Ahí, otra vez, volvieron a quedarse en calzoncillos y medias. Y según algunos testigos también rompieron la ropa. Cuando decidieron que esa noche volvían a Piñero, buscaron ropa y media hora después los reclusos llegaban en medio de los flashes de los fotógrafos.

LA APARICIÓN DE NORMA ACOSTA

No fue el único incidente. Cuando los imputados que están libertad llegaron a la sala se acomodaron en los lugares que tenían previstos. Eran 4 civiles y 13 policías. Pero al poco tiempo llegó Norma Acosta, quien saltó a los medios por sus reiteradas denuncias a grupos de Villa Gobernador Gálvez que acusaba de narcos (los Bassi), cuya ex pareja falleció en un confuso incendio en la Alcaidía de Rosario y cuyo padre y hermano fueron asesinado.

La mujer se sentó junto a Lorena Verdún y pidió permanecer en la audiencia. Sin embargo la Policía la retiró de la sala y la mujer empezó a gritar. Advirtió que presentará una denuncia por “violencia de género y laboral” por el suceso. Sobre el final, agregó: “Acá adentro –por la carpeta que llevaba en la mano– están las pruebas de que este juicio es una farsa”.

ENTRE IDAS Y VUELTAS

El juicio comenzó minutos antes de las 12. Allí el abogado Carlos Edwards planteó la recusación de los jueces Ismael Manfrín y María Isabel Más Varela. Lo que argumentó el letrado es que esos dos magistrados ya actuaron en un juicio en el que se utilizaron las mismas pruebas y opinaron sobre las mismas. A ese planteo adhirieron el resto de los abogados con excepción de Víctor Corvalán que representa a uno de los policías encausados. Así las cosas el tribunal pasó a un nuevo cuarto intermedio para resolver el reclamo. Después del cuarto intermedio los jueces resolvieron la continuidad.

Luego el defensor Fausto Irure pidió la nulidad de las escuchas que involucran a Ramón Machuca de abril de 2013.

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