La titular del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, expresó que el organismo «trabaja en forma constructiva con la Argentina», en el marco de la elaboración de un nuevo programa de financiamiento para el país. Además, ratificó su voluntad de llegar a un acuerdo para la reprogramación en el pago de las deudas a ese organismo.

“Trabajamos de forma constructiva con Argentina. Hemos hecho dos visitas a Buenos Aires y acabamos de recibir a un equipo técnico en Washington. Nuestro compromiso continuará tanto tiempo como sea necesario para que Argentina tenga claridad sobre sus objetivos de mediano plazo. Queremos trabajar juntos”, afirmó la directora gerente del Fondo en una entrevista concedida al diario español El País.

Las reuniones a las que hizo mención Georgieva fueron los dos viajes de la delegación del FMI liderada por Julie Kozack, directora adjunta del Departamento para el Hemisferio Occidental, y Luis Cubeddu, jefe de la misión para Argentina; y el de Diego Bastourre, secretario de Finanzas, quien estuvo la semana pasada en la capital estadounidense.

En principio, las negociaciones apuntan a un programa de facilidades extendidas (EFF, en la jerga del organismo) que contemple el desembolso de U$S 44 mil millones, calzados con las cuotas por ese mismo monto que Argentina debería abonar a partir de septiembre de 2021. De esa manera, la deuda contraída por el gobierno de Mauricio Macri quedaría en la práctica reprogramada hasta 2025, cuando comenzarían los vencimientos de capital del nuevo préstamo.

Claro que la concreción del acuerdo dependerá de que el FMI apruebe las metas que se fijó el gobierno argentino. En las reuniones de las últimas semanas apareció como tema central la reducción del déficit fiscal primario, previsto por el Presupuesto 2021 en 4,5% del PBI y que ahora, según confía el ministro de Economía, Martín Guzmán, podría ser menor. El otro escollo a salvar es la amplia brecha entre el dólar oficial y las cotizaciones alternativas, que ronda el 80%. El objetivo de las autoridades es evitar una devaluación brusca que impacte en la inflación y en los índices de pobreza. En los últimos días, Guzmán dijo que “en marzo o abril” podría cerrarse el nuevo programa.

Georgieva también dio una mirada sobre la relación entre este último tema y la pandemia de coronavirus. Al respecto, reiteró su visión de que los gobiernos deben mantener su apoyo a los sectores más vulnerables. “Hasta ahora lo que hemos visto es que los países que más rápido se están recuperando tienen en común haber logrado controlar la pandemia y haber ayudado a las personas y empresas”, opinó.