“En la primera situación difícil que tengamos, vamos a hacer exactamente lo mismo”. La honestidad brutal de Alberto Guida, presidente de la Cámara de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM), resume el clima que se vive en el sector supermercadista. El Proceso Preventivo de Crisis presentado por Carrefour y aceptado por el ministerio de Trabajo abre las puertas a los demás jugadores del sector para hacer lo mismo y así ahorrarse dinero por despidos y problemas con el sindicato de Comercio.

Fernando Aguirre, vocero de la Cámara Argentina de Supermercados (CAS), dijo en el mismo sentido: “Es probable que otros hagan lo mismo, si es que están en las mismas condiciones. No veo por qué no”.

Guida, de la cámara que reúne a los mayoristas, ve injusta la jugada del gigante francés. “Después de 35 años en Argentina, tomar esta decisión por un par de años de pérdida no corresponde. Lo más importante es la posición que tome el sindicato de Comercio”, evaluó. Luego, sobre los retiros voluntarios como eventual solución salomónica, opinó: “Sabemos que los retiros voluntarios no son en realidad tan voluntarios: te vas o te vas”.

Desde el sindicato de Comercio, apuestan al diálogo con la empresa y con el Gobierno para alcanzar una salida que garantice la continuidad de todos los puestos de trabajo.

Para Guida, la acción genera un precedente peligroso. “Así como estamos absolutamente en contra de esto, en la primera situación que tengamos vamos a hacer exactamente lo mismo. Si es válido, será válido para todos. Ese es el gran interrogante. Si es válido para afrontar una crisis preservando los puestos de trabajo, lo haremos. Y si es válido para despedir sin tener problemas con el sindicato, también lo haremos. Sea como fuere, el modelo lo vamos a seguir todos. Estamos en contra porque creemos que no corresponde, pero si es lo que corresponde, por qué no”.

Aguirre, vocero de la cámara que tiene una fuerte presencia en el Interior, no está en desacuerdo con el accionar de Carrefour. “Si lo necesita y se lo avalan, está bien. El problema de fondo son los supermercados que trabajan de manera ilegal. Carrefour tiene miles de empleados en blanco y hay muchos otros que ni siquiera tienen al 10 por ciento de los empleados en blanco. Si hubiera una política de Estado seria para eliminar este tipo de competencia desleal, mejoraría mucho la situación de los supermercados y del país”.

Aguirre agrega: «Hay muchos súper que están en crisis desde hace tres años. Pasa que si le ocurre a un gigante como Carrefour sale en la tapa del diario. Es probable que otros hagan lo mismo, si es que están en las mismas condiciones. No veo por qué no”.

Sorpresa y expectativa entre los competidores

El vocero de una de las empresas más importantes del sector explicó a Tiempo que la aprobación del ministerio de Trabajo fue «por un lado, sorpresiva» y dijo: «Al sector lo sorprendió primero la jugada de la empresa, por su escala y por el volumen de la decisión. Lo vimos como una jugada no agresiva, pero sí audaz para llevársela a un gobierno que venía de anunciar dos o tres indicadores positivos la semana anterior y de golpe se tiene que enfrentar a un posible despido masivo como este. Por otra parte, había dudas sobre si el Gobierno iba a aceptar por los posibles reclamos posteriores de otros jugadores del mercado. Además, era difícil por los tiempos; nadie esperó que lo resolvieran tan rápido porque vos tenés que demostrar que no sos solvente, abrir los números y el gobierno tenía que revisar. Se esperaba una dilación, no que fuera rápido y relativamente consensuado. Tampoco había claridad sobre el alcance: 3.000 trabajadores, después 2.000 y ahora se volvió a 3.000; el 15% de la nómina de ellos. Por último, hay mucho rumor si lo de Carrefour era un escenario sincero o si era una construcción de caso para forzar a las otras partes a negociar».

Con respecto a la posición de las empresas más grandes, aseguró: «Estamos expectantes para ver cómo se desenvuelve a partir de ahora. No está ni el número real de personas comprometidas ni se sabe qué personas van a ser despedidas. Después de eso, además van a venir las medidas de base que se puedan tomar, de resistencia». En el mismo sentido, advirtió sobre otros que podrían seguir los pasos de Carrefour: «A esa escala, solo hay una cadena: Cencosud, que tiene la misma situación macro, más masa salarial, y el mismo tiempo de pérdida de participación de mercado. Es el único que podría una medida similar a esa escala. Detrás, hay un segundo pelotón en el que están Walmart, Coto, La Anónima y Día, con un peso de personal menor, y menos costo logístico. Para estos, la situación no es buena pero tampoco está al nivel de Carrefour».

Para el vocero, «Los despidos a este nivel equivalen a crear un ejército de reserva que el mercado no va a poder absorber. Tampoco se les puede ofrecer una ayuda para que se reinserten en el mediano plazo. Esto de alguna manera cambia el paradigma y podría dejar un antecedente complejo».

Los supermercados no serían los únicos afectados. «El consumo masivo es el que viene más complicado. No me parece casual que este problema haya empezado por las cadenas de comercialización, pero los productores también son parte de la cadena. Los de alimentos vienen mal, salvo aceiteras por las exportaciones; el sector lácteo está muy afectado, los proveedores de bebidas, de limpieza, muchos insumos importados», resumió y agregó: «Un sector muy complicado por esto son los chinos, no solo por el empleo informal que está diciendo Macri, los tipos también entran en crisis y no dejan de ser pymes. Es un equilibrio complicado».

Finalmente, apuntó: «No es una medida que alcanza a una sola empresa. Incluso había posiciones encontradas en el gobierno. Los técnicos no estaban a favor de que se haya dado tan simple, que no querían una concesión tan limpia, tan lineal. Ahora, hay que discutir la ejecución. Ver cómo se ejecuta. Si van a sacar 3 mil trabajadores de un saque o cerrar 11 sucursales, no sé cómo se va a instrumentar. Ellos (Carrefour) están herméticos, incluso la cámara. No quieren que se discuta el tema».