Armando Pérez sale raudo del Salón Río de La Plata del Sheraton, en Retiro. Apenas atraviesa la entrada del hotel cinco estrellas, se sube a un coche y se desplaza hasta la Quinta Presidencial de Olivos. El presidente del Comité de Regularización de la AFA acaba de terminar el tercer encuentro con los enviados de la FIFA y de la Conmebol. El tema: el nuevo estatuto de la Asociación, uno de los asuntos que ocupa su agenda semanal. No es el único. Es miércoles y en la residencia oficial lo recibirá Fernando de Andreis, el secretario general de la Presidencia, para últimar los detalles de la televisación del fútbol que se viene. El objetivo ya es conocido: darle el golpe de gracia al Fútbol para Todos, el programa creado en 2009. Está, además, ejecutado: a contramano de la promesa de campaña de Mauricio Macri, desde el 1º de enero de 2017 cualquier ciudadano argentino tendrá que pagar para ver los partidos de fútbol por TV.

En la Quinta de Olivos, el ex gerenciador y actual titular de Belgrano escucha con atención a De Andreis. El funcionario es una de las caras de la avanzada del gobierno en la organización -en todos los niveles- del fútbol, una área que el PRO maneja como si se tratara de un ministerio a su cargo. De Andreis fue, por caso, el encargado de escribir -y alentar- el proyecto de ley para el ingreso de las Sociedades Anónimas, una iniciativa que esperan despachar al Congreso. De Andreis fue el rostro del apriete hace unas semanas, cuando la AFIP presionó a los clubes con deudas ficticias.

Ahora De Andreis, el mismo que en esa conferencia afirmó que el gobierno no se metería en el fútbol, acercó la única oferta para dibujar el nuevo mapa televisivo. Tal como anticipó Tiempo meses atrás, la empresa estadounidense Turner va camino a hacerse cargo de la televisación desde el próximo año. Trabajará en sociedad con Fox, otro monstruo del norte, mientras que la producción estaría a cargo de Torneos, cuyo ex CEO, Alejandro Burzaco, se encuentra con prisión domiciliaria en Nueva York por el FIFAGate. Burzaco, además, figura en los Panamá Papers por mover 370 millones de dólares a paraísos fiscales con distintas empresas fantasmas. Esos giros le permitieron obtener los derechos de la Copa Libertadores a la sociedad identificada como Torneos & Traffic Sports Marketing LTD (T&T), de la que Torneos es dueña accionaria de un 25 por ciento.

La oferta de Turner y Fox, de hecho, se la hicieron al gobierno. Así lo relataron las fuentes oficiales y así lo difundieron los grandes medios, desembozados defensores del pague para ver. La propuesta es desembolsar 2500 millones de pesos por los derechos televisivos por el primer año. Nada dicen de los 14 años restantes. El contrato -extenso, como casi todo acuerdo a la baja- que deberían firmar la AFA y las empresas estadounidenses sería nada menos que hasta 2032. El fútbol volverá al cable y el abono mensual tendría un costo de entre 170 y 300 pesos.

«Va a seguir el Fútbol para Todos pero sin política. No vamos a tener que estar en el entretiempo escuchando: ‘No te vayas que ya viene 6,7, 8 con Aníbal Fernández'», prometió Macri durante la campaña, antes de desembarcar en la Casa Rosada. La política sigue. Y los privados están listos para salir -volver- a la cancha.