Se trata del tercer ataque contra civiles en Europa Occidental en menos de diez días, después del atentado con un camión en Niza (sur de Francia), el 14 de julio, que dejó 84 muertos, y un ataque con un hacha en un tren en Baviera, que se saldó con cinco heridos.

El presidente estadounidense Barack Obama prometió a las autoridades alemanas «todo el apoyo que necesiten», mientras que el jefe de Estado francés, François Hollande, dirigió un «mensaje personal de apoyo» a la canciller alemana Angela Merkel después de este «nuevo acto innoble»

«Preocupado y siguiendo la evolución del ataque en Múnich. El pueblo alemán cuenta con todo nuestro apoyo y afecto», tuiteó el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.

El presidente alemán Joachim Gauck dijo estar «horrorizado» por el «ataque asesino» de Múnich, en un comunicado, y expresó su solidaridad a las víctimas y a sus allegados.

Los hechos se produjeron cuatro días después de un ataque con un hacha perpetrado el lunes en Wurzburgo, también en Baviera, cuando un solicitante de asilo atacó a los pasajeros de un tren.

Cinco personas resultaron heridas, en concreto cuatro turistas chinos de Hong Kong en un tren y una transeúnte.

El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó este ataque, el primero reconocido por esta organización en Alemania. El gobierno alemán duda, en cambio, de que el EI encargara el atentado.

El ministro de Interior, Thomas de Maizière, había advertido el miércoles a sus conciudadanos de que Alemania «se encuentra en el punto de mira del terror internacional».

«La situación es seria, debemos contar con que en Alemania también se prepare para atentados de pequeños grupos o personas radicalizadas», señaló el ministro en una rueda de prensa.

A unos 500 kilómetros de Múnich, el estado de Renania del Norte-Wesfalia anunció que había elevado sus medidas de seguridad con efecto inmediato.

También Austria extremó «significativamente» sus medidas de seguridad en los cuatro estados que comparten frontera con Alemania y puso a sus fuerzas de élite, «Cobra» en alerta tras el ataque en Múnich, informaron responsables austriacos el viernes.