El baldío de Nicolás Dujovne ya no es un baldío para el fisco porteño. A dos semanas del escándalo, el gobierno de la Ciudad revaluó la propiedad del ministro de Economía. Ahora, para el ente recaudador, el titular de Hacienda convive con su familia en un “inmueble edificado” valuado en unos $2.132.640,73. Un millón y medio más de lo que cotizaba quince días atrás.

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires aplicó el revalúo en el más absoluto hermetismo, por lo que se desconocen detalles claves, como la fecha desde la cual se computará el final de obra. El dato es crucial, porque determina la deuda que deberá abonar el ministro en concepto de ABL e impuesto inmobiliario por la diferencia entre lo que pagó por el “baldío” y lo que le correspondía pagar por la mansión.

La semana pasada, luego de la revelación de Tiempo, voceros del ministro dijeron que el funcionario había intentado inscribir su propiedad construida en 2009, pero que la Ciudad había extraviado y “quemado” esos papeles. Evidencias halladas por este diario, sin embargo, contradijeron ese relato.

Se trata de la Declaración Jurada de Empadronamiento Inmobiliario que el ministro presentó ante el organismo hace apenas tres meses, el 15 de marzo de 2018. En ese documento consta el número de partida  (00342002), el número de Declaración Jurada (00001779), la identificación catastral del inmueble (Sección 25, manzana 092 y parcela 013) y, por supuesto, la dirección exacta de la mansión ubicada en la calle Mendoza al 1100 (el número preciso se omite por cuestiones legales).

La presentación incluye los datos filiatorios del propietario del inmueble, Nicolás Dujovne, y del “profesional responsable de la declaración”, la arquitecta Silvia Susana Hirsch, madre del ministro y socia junto a su marido Berardo de uno de los estudios más reputados de la ciudad.

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El portal de la AGIP exhibe cambios en la valuación de la propiedad del ministro


En esa declaración se consigna que la “superficie cubierta del edificio” es de 282 m2, elevados en madera y cemento sobre una parcela de 338 metros totales. El área no construida es parque y piscina.

El documento detalla, también, los “plazos de realización de las modificaciones”, es decir, el tiempo que demoró la construcción. El papel dice, textual:

  • Inicio: 30/05/2004
  • Fin: 30/01/2018

O sea: según declaró Dujovne bajo juramento ante la AGIP, la casa se terminó de construir en enero de este año, casi 14 años después de iniciada la obra.

La precisión de la fecha es clave, porque indica el final de obra a partir del cual el fisco porteño debería cobrarle al ministro los impuestos correspondientes a los metros construidos. En su “desmentida”, el titular de hacienda se mostró dispuesto a pagar lo que debe con monto actualizado y cargo retroactivo al 2009, fecha en la que, según dice, intentó sin suerte regularizar su situación. Pero en los registros oficiales, lo que consta es que el ministro intentó fechar su final de obra en enero de este año, de modo que la AGIP, en caso de haber aplicado el revalúo en función de ese documento, sólo podría cobrarle los impuestos que corresponden hacia adelante, pero no hacia atrás.

La fecha escogida en la “desmentida”, por cierto, también presenta curiosas inconsistencias cronológicas. Por lo que pudo verificar este diario, el derrotero de la propiedad fue así:

2003: Dujovne y su esposa compran el “baldío” al Banco Hipotecario.
2004: comienza la obra, según manifestó mamá Hirsch
2005: Dujovne incorpora la propiedad jurada a su patrimonio, según admite en su declaración jurada ante la Oficina Anticorrupción.
2006: El estudio Dujovne, Hirsch y Asociados exhiben con orgullo la obra terminada en la publicación Summa +, una reconocida revista de arquitectura y diseño. La publicación muestra, entre otros detalles, una propiedad amueblada, decorada y lista para habitar.

Según el relato del ministro, el “final de obra” recién se habría presentado tres años más tarde, en 2009. Pero para los registros oficiales, la propiedad dejó de ser baldío recién esta semana, unos 12 años después de que el estudio de arquitectos diera por concluida la morada. Las razones de esa lucrativa demora, que le permitió a Dujovne ahorrarse decenas de miles de pesos en impuestos, siguen siendo un misterio que hasta ahora no tuvo ningún tipo de explicación oficial.