La industria creció en enero un 0,6% comparada con el mismo mes del año pasado gracias a la tracción de los rubros atados a la construcción y otros que aportaron en menor medida como el Papel y Cartón y Edición e Impresión, informó la Unión Industrial Argentina (UIA).

La entidad privada, que viene de varios cruces verbales con funcionarios del gobierno, definió el dato como «heterogéneo» y destacó que la capacidad instalada utilizada por las empresas estuvo en el orden del 61,6%. En tanto, el empleo sigue cayendo: en diciembre, último dato disponible, se perdieron 649 puestos en el sector manufacturero. 

Pese al dato positivo, en enero la industria creció menos que en diciembre de 2017, aunque la actividad fabril es habitualmente menor en el primer mes del año debido a que las empresas suelen dar las vacaciones o hacer cambios en las líneas de producción. En cualquier caso, además de los rubros citados, creció la Alimentación y Bebidas (0,9%) y las Oleaginosas (6,1%).

Con números negativos terminaron la industria automotriz, que se derrumbó un 18,3% interanual “debido a paradas programadas extendidas por vacaciones junto con la adecuación de las plantas”. También cayeron 1,7% las empresas del rubro de Sustancias y Productos Químicos.

Aunque el informe de la central fabril sale con un mes de retraso comparado con los datos del Indec y los de varias consultoras privadas, la UIA adelantó que “los primeros datos de febrero dan cuenta de una recuperación más veloz traccionada por los sectores que vienen demostrando mayor dinamismo, como el acero (36,8%) o cemento (16,3%) y materiales para la construcción (12,4%), mientras que la producción automotriz creció 62,6% interanual, fruto de una base de comparación y de un fuerte impulso de las exportaciones a Brasil”, explicó la entidad.

La semana pasada hubo mediciones privadas que informaron subas importantes de la actividad en febrero. En ese orden, para las consultoras Orlando Ferreres & Asociados y FIEL se produjeron incrementos del 5,1% y del 4,8% respectivamente, una vez más con fuerte tracción de los rubros relacionados con la obra pública.

Aunque es una buena noticia, el aparente cambio de tendencia del sector secundario de la economía por ahora no tiene impacto en la generación de empleo, de lo que se deduce que la industria está produciendo más pero con menos personal. 

Alerta pyme

Los indicadores de las industrias pymes están en sintonía con un sector que en general viene arrastrando señales contradictorias.

Un relevo de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) informó que en febrero las industrias chicas crecieron 1,5%, un resultado bajo si se considera que la comparación es contra febrero de 2017, cuando la actividad industrial del segmento cayó un 5%.

Es el octavo aumento consecutivo de este segmento, aunque CAME remarcó que la suba se produjo “más lentamente y con mayor inestabilidad” porque “volvió a caer la proporción de empresas que progresan (sólo 42%)” y además debido a que “el uso de la capacidad instalada bajó a 66%”.

El titular de la CAME, Fabián Tarrío, sumó: “Los costos fijos altos y la falta de ventas son dos problemas serios que enfrenta el industrial, además del encarecimiento del crédito y los atrasos en los pagos, que golpean la rentabilidad de la pyme”, dijo Fabián Tarrío, presidente de CAME.

Frente a enero –agregó la fuente- se registró un descenso de 6,8% (en la medición con estacionalidad) que se explica “por la desaceleración de los pedidos y los menores días hábiles del segundo mes del año”.

Los datos de la entidad pyme surgen de la Encuesta Mensual Industrial que recoge información de 250 industrias pymes.