Una tarde de sol pleno, la abuela Margarita comienza a recibir las visitas de un pájaro cartero. Debajo de los frutales de su jardín toma el sobre de su pico y mira el sello de corazón impreso, disimulando la sorpresa o la felicidad. Margarita lo invita a pasar, le convida un sorbito para que se recupere del viaje y se hacen amigos.

Esta historia lleva por el aire mensajes con magia, arco iris, caramelos gigantes, fotos entrañables. Se llama Amistad, y se da entre los personajes que están dispuestos a las estrellas fugaces, a las luces titilantes y al brillo que se aloja en la casa para siempre. 

Los ovillos de luna hacen juego con sombreritos de velas, cuando los sobres se abren. Es especial porque no llevan cartas sino recuerdos y sucesos intrigantes.

«¿Cuál de tus muñecos te enviarían estos sobres? ¿Qué objetos de tu infancia viajarían en ellos hasta vos?», preguntan en mensaje a puño y letra la escritora de cuentos para la niñez Gaga Bilinkis y el ilustrador Gabi Rubí, remitiendo corazones-sello a los lectorcitos de Tiempo en sus libros de la editorial Ja je ji jo jü.

Sucede que el viento todo lo traslada y nada se le escapa. Hace de colchón de pajaritos, a la vez que mueve papelitos, trenza los cabellos y esparce las migas. Cuando crea es alegre, suspira. En el cielo o en la tierra, dibuja y juega con diferente ritmo, a la melodía del mar, al coro de peces.

Quienes lean Amistad y el Arte del viento estrecharán lazos con tintes de acuarelas, abrazarán nuevas amistades entre nubes con plumas, barcos y galletitas. En estos libros los muñecos olvidados o los objetos perdidos son bienvenidos a la casa de la lectura para proponer nuevos pirulines.