La política del siglo XXI marca contradicciones que aún cuestan entender. El gobierno que ganó las elecciones con enorme superioridad ante sus rivales, tanto en las presidenciales como en las legislativas, y que además cuenta con un alto respaldo por parte de la población, sufrió durante el transcurso de la semana la renuncia de cuatro ministros. 

El nombre de mayor resonancia es el del ahora exministro de Justicia, François Bayrou, quien fue uno de los primeros hombres confirmados a los pocos días de haber ganado las elecciones. Bayrou, presidente del partido Movimiento Demócrata (MoDem), anunció que volverá a Pau, distrito en el cual comenzó su carrera política. En su lugar, quedó a cargo la jurista Nicole Belloubet.

Las denuncias que recaen sobre el MoDem –principal aliado de En Marcha!, la formación de Emmanuel Macron–, se basan en supuestos empleos ficticios a través de los fondos para los Eurodiputados. En un momento en el cual las finanzas del partido estaban en caída libre, se firmaron alrededor de 15 contratos de «colaboradores» que nunca cumplieron con su labor en el Parlamento Europeo. Existen contratos desde 2004 en adelante, que se conocieron porque comenzaron a ser solicitados por la Justicia para realizar investigaciones.

Luego de la aparición de estas investigaciones, se dio la noticia de la renuncia de Bayrou y otros tres ministros. Primero fue Sylvie Goulard, a cargo de Defensa. Después la siguieron, Marielle de Sarnez (Asuntos Europeos) y Richard Ferrand (Cohesión Territorial). Este último , socialista, quedó finalmente a cargo del grupo parlamentario de En Marcha!, el partido de Macron

La estrategia por parte del gobierno es clara: prescindir de quienes se vean salpicados por causas de corrupción para no bajar la aceptación por parte de los votantes. Esta muestra de supuesta transparencia es en la que se embandera el presidente Macron a la hora de marcar diferencias con los demas partidos. 

Las denuncias son de años en los cuales todavía En Marcha! no existía y Macron recién comenzaba a dar sus primeros pasos en la polítca. Tres de los implicados forman parte de MoDem, tercera mayoría en la Asamblea. Este tipo de denuncias son las mismas con las que se enfrentan François Fillon al contratar supuestamente a su mujer e hijos como asesores, causa que lo sacó de la carrera presidencial, y Marine Le Pen, con quien pasó algo similar con los contratos de sus Eurodiputados.

Tras su salida, Bayrou se cruzó con el primer ministro Edouard Philippe a raíz de estas sospechas. El exministro de Justicia dijo que actuó como «un simple ciudadano y Philippe salió a decir que con eso no bastaba para el cargo que pretendía ocupar. Si bien no pasó a mayores, es una muestra del cortocircuito que se generó entre dos dirigentes de peso dentro del armado del primer Gabinete.

Otro conato de escándalo también se produjo en cuanto a la jubilación privilegiada que cobrarían los exministros. Supuestamente, por más que solo hayan ejercido 36 días en sus funciones, los ahora ex funcionarios podrían gozar de este retiro privilegiado. El diario Liberation aclaró que no es posible, ya que solo cobran esta asignación por tres meses si no tienen un empleo remunerado en los próximos meses y si presentan sus declaraciones juradas correctamente.

La renuncia de cuatro ministros por corrupción en cualquier tipo de gobierno generaría una inestabilidad política que podría ser aprovechada por la oposición. Sin embargo, el actual gobierno, que no lleva más de dos meses de elegido, se puede dar el gusto de pasar esta turbulencia sin problemas ya que los demás partidos todavía siguen solucionando sus cuestiones internas y porque una mayoría de la sociedad sigue sosteniendo su voto, por más que el nivel de abstención de las legislativas (un récord histórico de 42%) sea un llamado de atención para Macron.

La mayor dificultad para el presidente es poder formar gobierno. Una de las explicaciones es la poca experiencia política con la que cuentan ambos partidos aliados. En Marcha! tiene menos de dos años como fuerza política y su principal aliado, el MoDem, apenas diez. La inexperiencia ante el manejo de este tipo de cuestiones pasa desapercibida debido a que la oposición sigue empantanada en sus cuestiones internas. «