El pedido de detención que el fiscal Guillermo Marijuan emitió contra su persona todavía estaba fresco cuando el ex secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, se presentó en el bloque de diputados del Frente para la Victoria (FPV). Allí afirmó que la solicitud del fiscal forma parte de una planificación comandada por el gobierno nacional junto a un sector del Poder Judicial, los grandes medios de comunicación y puesta en marcha por el ex espía Jaime Stiuso: “Buscan realizar un control social sobre dirigentes políticos de la oposición o no y así garantizar la destrucción del Estado y el saqueo del país a mano de los grupos monopólicos”, dijo.

Parrilli, rodeado de buena parte del bloque de diputados del FPV, habló frente a una nube de periodistas que habían llegado hasta el salón de reuniones de la bancada que conduce Héctor Recalde. “Stiuso está detrás de todo esto que incluye el pedido de detención del fiscal Marijuan”, insistió. Es más, Parrilli recordó que cuando dirigía la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) mantuvo una conversación con Stiuso “quien reconoció que Marijuan era uno de los hombres de la justicia que le respondía” y por ello no le sorprendió que sea este fiscal quien pidió su detención.

En ese sentido Parrilli denominó a la connivencia entre el poder político, los medios de comunicación y un sector de la Justicia como una virtual “triple alianza” a la que responsabilizó por la “persecución” que se realiza a través de los organismos de inteligencia y que dan como resultado “una democracia condicionada con poderes que están obstaculizando la libertad, la intimidad y la seguridad de los argentinos”.

No dudó en afirmar que en este plan también está como objetivo la posible detención de la ex presidenta Cristina Kirchner y ante una consulta sobre si CFK le había pedido que apretara jueces y fiscales, Parrilli respondió con un tajante “nunca” y agregó que “la ex presidenta jamás me pidió que apretara a ningún juez. Quien está apretando a los jueces es el actual Poder Ejecutivo”. En ese sentido reclamó un cambio en la justicia porque “si no se hace lo que nos está pasando a nosotros les va a pasar a muchos de ustedes”.

En cuanto a las razones esgrimidas en su procesamiento, Parrilli dijo que no demoró la entrega a la justicia el dato sobre el paradero del narcotraficante Ibar Pérez Corradi: “No es cierto”, aseguró ante una consulta periodística. Es más, indicó que en noviembre de 2015, poco antes del fin del mandato de CFK, funcionarios de la AFI le entregaron información sospechosa de la entonces pareja de Pérez Corradi donde se podía inferir algún dato de su paradero. “Era la cuenta de Facebook de la pareja y le ordené a la Dirección de Contrainteligencia chequear y confirmar esa información. No es cierto que estaba el paradero”, dijo cuando se lo consultó sobre las razones por la acusación sobre que no entregó a la justicia la documentación recibida el 18 de noviembre de 2015 sobre el acusado.

Parrilli no se contentó con sus dichos y agregó que una vez que terminó el gobierno de CFK se reunió con los nuevos directores de la AFI, Gustavo Arribas y su segunda Silvia Majdalani, a quienes les trasladó la información que tenía hasta ese momento. Incluso dijo que los dos agentes designados encargados de corroborar esos datos continuaron trabajando.

Señaló también que “el 2 de febrero de 2016 el director de Asunto Judiciales de la AFI informó al juez que obra un expediente donde dice que no hay resultado positivo” sobre el paradero de Pérez Corradi. Indicó además que el propio abogado del entonces prófugo se presentó para acodar la entrega del acusado, hecho que recién se concretó en junio del año pasado. “Hubo una negociación para que se entregue con la promesa de que iba a venir a inculpar a todos los dirigentes kirchnerista pero vino y dijo que la jueza (Sandra) Arroyo Salgado le pidió una coima y que (Ernesto) Sanz también”. En ese marco Parrilli concluyo que “soy alguien que encubrió a alguien que Pérez Corradiy que le declararon falta de mérito”.

Sobre la posibilidad de que sea detenido, Parrilli dijo que “ni me voy a fugar ni voy a entorpecer la justicia. Lo que quieren hacer es seguir atemorizando. No le tengo miedo a nada”.

Por último, el dirigente kirchnerista destacó un detalle que considera una prueba palpable de la ausencia de legitimidad en el proceder del juez Ariel Lijo y el fiscal Marijuan: “Yo le abrí ocho denuncias penales a Stiuso y la justicia no movió un dedo en ninguna de ellas”.