Al menos 207 personas, incluyendo docenas de extranjeros, murieron y cerca de 500 resultaron heridas este domingo en ocho atentados explosivos contra tres iglesias que celebraban la misa de Pascua y cuatro hoteles de lujo en Sri Lanka.

Ocho personas fueron detenidas, indicó el primer ministro Ranil Wickremesinghe. «Hasta ahora los nombres (de los detenidos) son locales» pero se investigan posibles «vínculos con el extranjero», declaró en un mensaje en televisión el jefe del Gobierno, sin dar más detalles.

De momento los ataques no fueron reivindicados por ninguna organización terrorista.

El gobierno ordenó un toque de queda de duración indeterminada y el bloqueo temporal de las redes sociales para evitar la difusión de informaciones falsas.

Seis de las explosiones se produjeron por la mañana y otras dos por la tarde. Al menos en tres de los ataques hubo sobrevivientes que brindaron su testimonio y aseguraron que los autores de los atentados fueron kamikazes.

«Fue un torrente de sangre», dijo un comerciante al lado de la Iglesia de San Antonio en la capital de Colombo, atacada por la mañana. «Corrí adentro para ayudar. Me encontré al sacerdote que salía, cubierto de sangre».

En un video filmado en una de las iglesias atacadas se veían numerosos cuerpos descuartizados por el suelo, lleno de escombros y de sangre. La explosión fue tan fuerte que provocó el desprendimiento de parte del techo.

Las primeras explosiones ocurrieron en la iglesia de San Antonio, en la capital, y en la iglesia San Sebastián de Negombo. En el hotel Shangri-La de Colombo un fotógrafo de la agencia AFP constató importantes daños en un restaurante del segundo piso, con las ventanas destruidas y los cables colgando del techo.

También fue atacado el Cinnamon Grand Hotel, cercano a la residencia oficial del primer ministro.

«Me enteré con tristeza la noticia de los graves ataques que, justo hoy, día de Pascua, trajeron luto y dolor a algunas iglesias y otros lugares de reunión de Sri Lanka» dijo el papa Francisco tras celebrar la bendición pascual en la Basílica de San Pedro.
«Deseo manifestar mi afectuosa cercanía a la comunidad cristiana, golpeada mientras estaba reunida en oración, y a todas las víctimas de una violencia así cruel» dijo el máximo líder de la Iglesia Católica.

También expresaron su condena y congoja el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la primera ministra del Reino Unido, Theresa May y el presidente turco Reccep Tayyip Erdogan, entre otros.

Sri Lanka es un país mayoritariamente budista que cuenta con unos 1,2 millones de católicos. Junto al 70% de budistas, los hindúes representan un 12%, los musulmanes un 10% y los cristianos un 7%.