Rodeado por colegas que lo superan en altura, Patrick Mills, de 183 centímetros, parece un joven con déficit de crecimiento. La residencia del simpático y diminuto embajador de Australia en Argentina, Noel Donald Campbell, en Belgrano, es por un instante un fotograma de una película de Tim Burton: un bosque de gigantes apretado en una sala no demasiado amplia, varios mozos que en el contexto se ven como Oompa Loompas, una escalera rococó de madera que termina en penumbras con un cartel que pide que no se cruce el perímetro. De todas maneras, a pesar del contexto, lo que ocurre aquí es más sencillo: los Boomers, el seleccionado australiano de básquet, se instaló en Argentina para medirse en un Tres Naciones ante el local y Lituania, antes de volar a Río de Janeiro para afrontar los Juegos Olímpicos, y es recibido por sus compatriotas. Lo que suele conocerse como un agasajo.

Hay dos jugadores que se roban las miradas: Matthew Dellavedova, 25 años, reciente campeón de la NBA con Cleveland Cavaliers, que habla con todos, y Patty Mills, 27 años, compañero de Manu Ginóbili en San Antonio, que ahora espera sentado en un sillón empotrado en una sala anexa para este diálogo con Tiempo.

–¿Cómo es jugar con Manu?

–Lo primero que tengo que decir es que soy un afortunado por poder jugar con él. Aprecio ser su amigo. Es una persona que me ha ayudado a crecer, que juega con mucha pasión, que trabaja muy duro, con mucho orgullo y que, además, representa a su familia y a todos los argentinos. La buena relación que tenemos se traslada a la zona de juego, nos entendemos muy bien.

–¿Cómo fue enfrentar a Argentina en su propio país?

–Fue una linda oportunidad de jugar contra Manu, ante un gran equipo, en su propio país. Me gustó vivir esta atmosfera, los simpatizantes son muy pasionales y se hicieron sentir. Fue muy lindo de ver y de vivir.

–¿Qué sabés de Argentina como país?

–Para ser honesto, es mi primera vez aquí. Manu y otros jugadores argentinos, en algunas conversaciones, me han adelantado algunas cosas. Estoy feliz de poder conocer culturas distintas, es algo muy interesante.

–¿Manu te contó algo puntual?

–Sí, me habló sobre los lugares que debo visitar, sobre los animales, sobre la comida. Me dijo que es el mejor lugar del planeta. Cada vez que hablábamos me intrigaba mucho conocer este país.

–¿Te gusta el fútbol? En Argentina es el deporte favorito…

–No lo sigo muy de cerca, esa es la verdad.

–Pero lo ubicás a Messi, ¿no?

–Sí, por supuesto, pero no soy un experto, como sí con el básquet.

–¿Qué pensás del retiro de Tim Duncan?

–Creo que su retiro causa un impacto fuerte no sólo en San Antonio, sino también en la NBA. Me siento bendecido por haber compartido estos años a su lado, de haber sido su compañero. Lo que puedo decir es que deja un legado enorme.

–¿Podés imaginar a San Antonio sin Duncan?

–Es difícil de imaginar, esa es la verdad. Ha jugado 20 años en los Spurs y el impacto que dejó con su partida en el equipo, en la ciudad, es muy grande. Su nombre siempre estará relacionado a San Antonio.

–¿Cuál es el secreto de los Spurs?

–Ja, no te voy a dar el secreto. Mira, hablando en serio, pienso que todo se basa en el respeto. Está claro que esto es un negocio, un trabajo, un deporte, es básquet, pero los Spurs respetan a todos los jugadores que llegan. La organización también es fundamental.

–¿Te sentís importante dentro del equipo?

–¿Yo? Sí, he crecido durante estos años en este grupo. Aprendí tanto dentro como fuera de la cancha.

–¿Cuáles son los equipos favoritos de básquet para subir al podio en los Juegos Olímpicos?

–Estados Unidos es el favorito, el más fuerte, pero también tienes a Argentina, a España, a Francia, a Serbia. Hay equipos muy duros que pelearán por una medalla.

–¿Creés que ustedes pueden ganar alguna?

–Puedo imaginarlo, sí, definitivamente. Es un sueño que tengo desde hace mucho tiempo. No será sencillo, pero debemos creer que podemos lograrlo. Nunca ganamos una medalla en los Juegos Olímpicos y eso incrementa nuestro fuego, nos motiva.

–¿Esta es la oportunidad?

–El grupo cree que esta es la ocasión, estamos unidos bajo ese pensamiento. Sentimos que tenemos una gran oportunidad, sabiendo que no será fácil y que hay grandes equipos como Argentina, Estados Unidos, España, Francia, pero queremos intentarlo.