A pesar del contexto de fuerte déficit habitacional y con dificultades crecientes de muchos inquilinos porteños para afrontar el alquiler (un reciente informe de la Federación de Inquilinos sostiene que el 30% se vio forzado a rescindir sus contratos en los últimos seis meses), el mercado inmobiliario en la Ciudad de Buenos Aires sigue mirando para otro lado. Un informe del Centro de Estudios Metropolitanos, elaborado con datos de la Dirección de Estadísticas y Censos porteña, puntualiza que el 54% de los permisos de obra gestionados durante 2018 en el distrito son para construir viviendas catalogadas como «lujosas» y aun «suntuosas» (sólo esta categoría reúne 3411 permisos de un total de 9212).

«Con población estable y villas que crecen, se construye para sectores de altos ingresos», analiza Guadalupe Granero, coordinadora del Área Urbana del CEM. «Esta disparidad viene intensificándose desde hace tiempo, y de hecho hubo un salto fuerte de las viviendas suntuosas post blanqueo. Esto ocurre así en una ciudad donde el mercado está desregulado y la producción del espacio urbano queda sometida a una lógica especulativa: el capital inmobiliario construye cómo y dónde obtiene mayor renta, y el desarrollo es necesariamente desigual, generando una ciudad fragmentada, con una división muy marcada norte-sur».

La investigadora examina este desequilibrio en el contexto de la aprobación de los nuevos Códigos Urbanístico y de Edificación. «Se va a poder construir más superficie con una población estable, es decir, desarrollos especulativos en barrios donde no hay déficit ni necesidad de nueva vivienda». Por otra parte, las proyecciones indican que en dos décadas la cantidad de inquilinos creció del 28 al 37%, lo que evidencia, además, un fuerte proceso de concentración de la propiedad en el ámbito de la Ciudad. «Hay cada vez más expulsados que deben volcarse a alquilar y, entre estos, desplazamientos espaciales de un barrio a otro y fuera de la Capital». «

PALERMO

La disparidad en la oferta de nuevas viviendas se manifiesta también en su distribución desigual por barrios. Mientras que el 16% del total de permisos de obra gestionados durante 2018 se concentró en el barrio de Palermo, el CEM señala que los desarrollos en toda la Comuna 8 (Lugano, Soldati y Villa Riachuelo) se reducen al 0,6 por ciento.