El precio de los alquileres en la Ciudad de Buenos Aires subió casi un 20 por ciento en lo que va del año, pese a que los aumentos están prohibidos por decreto presidencial.

El artículo 4 del Decreto 320/2020 estableces que los precios de los alquileres quedarían congelados hasta el 30 de septiembre, al valor de marzo último. Sin embargo, según un informe del portal especializado Zona Prop, los precios subieron un 3,8% en el último mes y un 19,8% en los primeros seis meses del año.

Según el sitio, la recientemente aprobada Ley de Alquileres “producirá cambios en los ajustes de precios futuros, lo que podría generar un recálculo del precio inicial de contrato”. A raíz de esta situación, “los datos de los avisos de alquiler demuestran una aceleración en la suba de precios y un aumento acumulado del 19,8% en el primer semestre del 2020”. La cifra supera a la inflación de ese período, que se estima en 12,8% (10,6% enero – mayo según el Indec y 2% de junio según el REM del Banco Central).

Según el informe, en la ciudad de Buenos Aires, un departamento medio de dos ambientes y 50 m2 subió un 3,8% en junio y se ubica en $ 22.758. En tanto, uno de tres ambientes y 70 m2 se alquilan por $ 30.514. Así las cosas, los precios se aceleraron por encima del 3% en el último mes, cuando en los dos meses anteriores los incrementos se habían ubicado por debajo del 3% mensual.

Gervasio Muñóz, presidente de la Federación de Inquilinos Nacional, no cuestionó los números de aumentos, pero sí los motivos: “Se enmarca dentro de un incumplimiento general del decreto. Nos llegan denuncias por desalojos, por aumentos de renovación, firmas de nuevos contratos, etc. Hay una falta de control muy grande; sobre todo, en el AMBA”.

Muñóz advirtió a Tiempo que “los aumentos que se vieron este mes están levemente por encima de lo que venían aumentando, por lo cual no hay que comprar ese miedo que quieren instalar”.

“Cuando peleamos porque los honorarios de las inmobiliarias los paguen los propietarios, dijeron lo mismo. Hay un sector que no quiere que los inquilinos tengan derechos y usan todas las herramientas para infundir miedo en los inquilinos. Hay una pelea que tienen perdida porque además no hay un mango para que aumenten tanto. No les va a durar mucho esta opereta”, aseguró Muñóz.

Para Muñóz, esta pelea se enmarca en una batalla más amplia, relativa a la intervención del Estado en el mercado. Esto incluye el caso Vicentin, la Ley de Góndolas, el cepo cambiario y los controles de precios, entre otras acciones. “La Ley de Alquileres entra en esa discusión porque impacta en la regulación de precios sobre la rentabilidad de todas las propiedades de la Argentina”, finalizó.