“Hay gente joven, que es lo que quiero, porque trabajo para los jóvenes. Es lo que más me interesa, como era el sueño de Astor. Cuando escribía siempre decía: para aquellos que vendrán y que podrán superarme, y para los que están ahora, que me comprendan.” Así es como define las aspiraciones del gran músico Laura Escalada, presidenta de la Fundación Astor Piazzolla, esposa del bandoneonista y madrina de Experiencia Piazzolla que del 6 al 11 de septiembre se podrá disfrutar en el Konex. 

El tiempo borra recuerdos y a veces también las huellas que permiten rastrearlos. Y hoy, a puro homenaje y estudios sobre su obra, suele olvidarse el gran cuestionamiento que sufrió Piazzolla al iniciar su revolución del tango. Quien lo recuerda bien porque fue testigo de aquello, es Raúl Lavié. “Yo estaba mucho en las casas de la noche haciendo shows y tenía una lucha diaria porque no querían que cantara Piazzolla –rememora–. No me peleaba pero tenía entredichos con el público. Hacía temas de Piazzolla y de pronto salía una voz por atrás que decía: ‘Bueno, ahora cantate un tango’ (dice, imitando una voz bien aguardentosa). Y esa fue una lucha hermosa”, sintetiza la emoción de haber participado en lo que, sin duda, fue un épica artística. 

 
Se trata de un orgullo en el que lo acompañan otros contemporáneos como Néstor Marconi y la Tana Susana Rinaldi (con quien compartirá escenario) y herederos como Julia Zenko, Pipi Piazzolla y el mismo Aznar. “Lo importante de hacer Piazzolla, como hacer (Aníbal) Troilo, (Horacio) Salgán u otro, es hacerlo al estilo de uno –remarca Marconi–. Copiar lo que hacía Piazzolla es desandar el camino que él dejó abierto. Como hace Escalandrum, por ejemplo, que toca su música pero a la manera de Escalandrum. Creo que esa es la mejor manera de militar a Piazzolla. Imitar su música es como aplastarla.”


Pipi, líder de Escalandrum, es quien junto a Pedro Aznar lleva la parte más innovadora de la Experiencia, además de una clínica sobre cómo tocar la batería en el tango. “Hay que ser muy cuidadoso –explica–, porque hay instrumentos como el bandoneón o el violín que no tienen mucha proyección. Lo que quiero contar en la clínica es cómo uno puede tocar más suave pero con intensidad. El tango es seguir una marea que se mueve; cambia de tempo, de volumen, de intención, y eso es lo que hay que aprender. Que es difícil. Y más es poder groovear eso, tocar un ritmo que encaje con esa marea tan cambiante. Pero siendo la música de acá creo que tenés un poquito más de facilidad para comprenderla.”


Ese entendimiento es al que parece acercarse Aznar en su proyecto con Escalandrum, al poner nueva lírica a temas de Astor. “El gran compañero poético de Astor es Horacio Ferrer. Y el querido Horacio es una referencia obligada cuando uno piensa en letra para música de Piazzolla. De todas maneras no voy a hacer ni un remedo ni una copia, pero sí tener presente la figura poética de Horacio como gigante y una gran influencia», define.<

Para escuchar y ver

Entre otras actividades, Experiencia Piazzolla tiene: «Bandoneonazo»; Quinteto Astor Piazzolla con Julia Zenko y Jairo; Jugando con Piazzolla (primera obra teatral infantil sobre la vida del músico); Parlantes Holofónicos; Jorge Retamoza presenta Reunión Cumbre; Orquesta Hypnofón con Elena Roger y Daniel Melingo con dirección de Alejandro Terán; Vibraphonissimo; Hermeto Pascoal; Clínica de Bandoneón con Juan José Mosalini (actividad gratuita); Pedro Aznar y Escalandrum; Mario Parmisano Trío; Los maestros del bandoneón: Néstor Marconi, Juan José Mosalini y Julio Pane con la Camerata Bariloche. Detalle e info completa: <www.ciudadculturalkonex.org>.