La Procuraduría de Violencia Institucional presentó un dictamen en el que concluye que la actuaciones de la policía tras la marcha a Plaza de Mayo por el Día Internacional de la Mujer constituyen hechos de violencia institucional. Además, pidió que se investigue posibles vejaciones en las comisarías.

El dictamen fue emitido luego de que un grupo de víctimas se reuniera hoy al mediodía con funcionarios de la Procuvin, de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM) y de la Dirección de Orientación, Acompañamiento y Protección a Víctimas (DOVIC). El informe, que cuenta con los testimonios de las víctimas y testigos, fue presentado en la investigación que lleva adelante la fiscal Laura Belloqui.

El primer hecho que deberá investigarse, según la Procuvin, son los sucesos ocurridos en la zona de la Catedral metropolitana, cuando efectivos de la Policía de la Ciudad arrojaron gases lacrimógenos, gas pimienta y proyectiles antitumulto –desde corta distancia- que lesionaron a varios de los presentes.

Además, destaca que se produjeron detenciones arbitrarias, violentas e irregulares, ya que los agentes no se identificaban o apresaban, entre varios, a gente que no estaba relacionada con el principio de incendio que se había iniciado en la puerta de la Catedral.

“Los elementos hasta ahora incorporados permitieron inferir la ausencia de recaudos especiales por parte de aquellos funcionarios encargados de diagramar y coordinar el operativo policial, a fin de resguardar la integridad física y garantizar el ejercicio del derecho de reunión por parte de aquellas personas que se encontraban manifestándose en forma pacífica”, señala el dictamen.

El escrito también solicita que se investiguen los sucesos ocurridos en las inmediaciones de las calles Bolívar y Diagonal Sur, donde un camión hidrante comenzó a dispersar a la gente que aún quedaba en el lugar. Allí, además, se produjeron detenciones violentas e ilegales y algunas de las víctimas fueron rociadas con gas pimienta o llevadas a la rastra entre varios efectivos policiales.

El tercer eje planteado por la Procuraduría a cargo del fiscal Félix Crous se centra en los sucesos ocurridos, alrededor de las 22:00, cuando un grupo de mujeres que cenaba en una pizzería de la calle Perú, fue increpado por la Policía para abandonar el lugar. Al preguntar las razones, muchas de las presentes fueron agredidas por los efectivos, detenidas e introducidas en un camión de traslado.

Requisas vejatorias en las Comisarías 1ª y 30ª y en la Comuna 4ª

Según pudo reconstruir la Procuvin, las chicas detenidas fueron llevadas en un primer momento a la Comisaría 1ª, donde se las trasladó, de a una, a una sala aparte. Allí, personal policial femenino las hizo desnudar y, en algunos casos, las manosearon. Tras ello, fueron trasladadas a la Comuna 4ª, donde volvieron a ser requisadas, a pesar de que les manifestaron que ya las habían revisado en la Comisaría 1ª.

Estas requisas fueron realizadas por personal policial sin identificación, procedimientos que incluyó la desnudez forzosa en algunas situaciones con puertas abiertas que no resguardaban su intimidad, según indica el informe.

Por si fuera poco, las victimas denunciaron que todas las detenidas en la Comisaría 30ª eran mujeres lesbianas y de tez morocha, por lo que la Procuvin concluyó que “la presente investigación debe llevarse a cabo teniendo en cuenta la particularidad del caso, pues más allá de que los hechos puedan ser subsumidos en los tipos penales vinculados a la violencia institucional, debe sumarse que, dicha violencia fue motivada por razones de género y odio hacia la orientación sexual de las víctimas”.