Un simple cálculo demuestra que si un chico tiene cinco piojos hembras en la cabeza –una cifra bastante normal, más bien conservadora–, en un mes tendrá 450 ejemplares entre huevos y piojos jóvenes o adultos. De todos ellos, 405 serán hembras, que continuarán reproduciéndose en una escala asombrosa. Una verdadera plaga que azota las cabezas de los chicos y que concita toda la atención de padres y médicos de natatorios y colonias de vacaciones.

Hay dos formas de contagio. La más frecuente es la directa: el piojo pasa de cabeza a cabeza. Pero también puede ocurrir a través del intercambio de objetos personales de un chico infectado a otro.

Desde el Hospital de Clínicas aportan los siguientes consejos para combatir los piojos:

–Los pediculicidas no tienen poder residual, o sea, no protegen contra la reinfección. Los piojos tardan siete días en desarrollarse, desde que son depositados los huevos hasta que aparece el parásito adulto. Por ello, debe repetirse un nuevo ciclo de tratamiento con una semana de intervalo.

–Es conveniente revisar a todos los miembros de la familia y tratar únicamente a los que tengan liendres o piojos adultos.

–Se debe mantener el cabello peinado hacia atrás y firmemente recogido, pero no es necesario cortarlo.

–Peines, cepillos, vinchas, hebillas y otros accesorios para el pelo deben ser individuales. Hay que desinfectarlos sumergiéndolos en agua caliente a más de 55 ºC.

–Prendas de vestir, sombreros, toallas, almohadas y juguetes de peluche deben lavarse por separado. También se les puede colocar previamente spray de permetrina. «