Incombustible, el dirigente de Gastronómicos y flamante interventor del Partido Justicialista, Luis Barrionuevo, empieza a mover sus fichas para intentar perdurar en el cargo. Este miércoles, 24 horas después de que la jueza María Servini diera curso a la apelación contra su propio fallo, Barrionuevo logró incorporar dos nombres a su cuerpo de colaboradores. El primero de ellos es Julio Bárbaro, ex interventor del COMFER (luego AFSCA, hoy Enacom) entre 2003 y 2008, convertido con los años en un polemista provocador que representa al antikirchnerismo. Invitado habitual de los programas de panelistas en la televisión, Bárbaro recibió una instrucción por parte de Barrionuevo. “Nos pidió convocar a todos los intelectuales que puedan formular políticas de Estado”, adelantó en diálogo con Tiempo.

El otro asesor que ya aceptó su nombramiento es el periodista, abogado y psicólogo Carlos Campolongo, también docente universitario, hasta el año pasado participante del programa Intratables, en América. Campolongo es un reconocido simpatizante del peronismo. En la elección presidencial del año 2011 su nombre fue mencionado como uno de los asesores de Eduardo Duhalde en el diseño de su candidatura, en la que Duhalde compitió por el partido Unión Popular y terminó cosechando –en la general- el 5,86% de los votos.

La designación de Bárbaro y Campolongo como parte del cuerpo de asesores de Barrionuevo se conocerá oficialmente este jueves. Desde la intervención pretenden transformar la noticia en un hecho político que refleje disposición a trabajar por la reorganización partidaria. Además, intentarán mostrar que el gremialista de Gastronómicos, en su nuevo rol, no está tan aislado como parece.

Cuando se conoció la intervención, todos los actores de peso del peronismo salieron a tomar distancia del hecho y, cada uno con su estilo, criticaron a Servini. Los únicos que se negaron a cuestionar la iniciativa de la jueza fueron el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, y su par cordobés, Juan Schiaretti. Aunque el cordobés recordó que el cordobesismoque él encarna junto a José Manuel De la Sota, no viene participando del partido “a nivel nacional”. 

Tras la apelación concedida por Servini, los dirigentes que resisten la intervención reaccionaron con cierto optimismo. Creen que la Cámara Electoral que encabezan Alberto Dalla Vía y Santiago Corcuera derogará la resolución de la jueza. Sin embargo, la cautelar que entronó a Barrionuevo como interventor sigue vigente: la apelación fue aceptada pero con efecto ‘devolutivo’. Eso implica que el desplazamiento del sanjuanino José Luis Gioja está firme. Queda claro que Barrionuevo –y, detras de él, quienes lo alentaron a aceptar el desafío- tiene la expectativa puesta en que la intervención se prolongue hasta que llegue el calendario electoral.

Una de las interpretaciones de la movida de Servini fue que el sector antikirchnerista del PJ busca impedir la realización de una gran PASO pan-peronista, en la que también participe la corriente del peronismo que acompaña a la senadora Cristina Fernández. Ante una consulta puntual de Tiempo, el propio Bárbaro confirmó esta intención.

“Hay que organizar una primaria del peronismo pero el kirchnerismo no tiene que participar. Porque ellos utilizan otro nombre (por Unidad Ciudadana), en su momento fueron Frente para la Victoria. Si nunca utilizaron el nombre, ¿para qué se van a presentar?”, respondió el flamante colaborador de Barrionuevo ante a la pregunta de este diario.

“Se van a presentar dos frentes del peronismo, y el que saque más votos pasará al balotaje, porque Cambiemos no podrá ganar en primera vuelta”, fue otra de sus frases. “Funcional a Cambiemos es el señor Gioja. Si usted lo ve, tiene la seguridad de que continuará el kirchnerismo, y esa es la seguridad que armó Durán Barba para que gane Macri”, aseguró Bárbaro en su párrafo más provocador.

Conocedor del mundo de los medios, Campolongo intentará, por su parte, hacer aportes para mejorar la comunicación de un proceso que sabe que es difícil, enrollado. Su pretensión es no quedar relegado a una función técnica. El equipo de Barrionuevo se propone poner el foco sobre las supuestas irregularidades e incumplimientos legales que se cometieron en los últimos años en la conducción del partido. Habrá que ver si con eso le alcanza.