Tanto Mauricio Macri como Patricia Bullrich decidieron involucrar a las fuerzas de seguridad en la discusión de la campaña electoral, pero sus declaraciones parecen estar muy lejos del accionar de dichas fuerzas.

Mientras que ministra de Seguridad sostiene que gendarmería «es la institución más valorada del país» y por lo tanto apoya la colimba en «valores», la familia de Santiago Maldonado pide reabrir la investigación para saber cómo murió el joven después de la feroz represión de dicha fuerza al Pu Lof de Cushamen.

Y el presidente homenajeó esta semana a distintos miembros de las cuatro fuerzas nacionales, y aseguró: «Hay que ser muy valiente para decir ‘presente’ cuando se los convoca a entrar en un barrio para derribar un búnker de droga, cuando hay que enfrentarse contra delincuentes armados o custodiar las calles para que los argentinos vivamos sin miedo y en paz». Lo que no le informaron a Macri es cómo funciona la Policía de la Ciudad en, por ejemplo, la Villa 31, donde dirigentes territoriales aseguran que dichos operativos son «espectaculares», pero con «detenciones arbitrarias, órdenes mal hechas» y que justo «los cabecillas narcos no están», por lo que en realidad queda conformado un «relato de llevar seguridad al barrio» con «una foto de que el gobierno combate al narcotráfico», cuando lo que manejan el negocio «siguen como si nada», según le aseguró a Tiempo Lorenzo Martelli, del movimiento social Frente de Organizaciones en Lucha (F.O.L.).

Además, este jueves se divulgó un video en el que se ve cómo varios miembros de la Policía de la Ciudad no solo no intervienen en una pelea entre vecinos, sino que incentivan la violencia en el barrio. «Promueven la pelea entre vecinos», cuenta Martelli, quien critica la estigmatización de «los pibes» y cómo son perseguidos y violentados. «Y la propuesta del gobierno es que las fuerzas de seguridad tienen los requisitos para educar a los pibes. Tan solo hay que mirar las prácticas violentas diarias que ejercen. Ni un policia, gendarmen, perfecto están en condiciones de ensañar nada a los pibes. Esa es una tarea destinada a los docentes, a quienes tanto perjudica y ningunea el gobierno», agrega.