El Gobierno nacional clausuró este lunes por irregularidades el Zoológico de Luján, que desde su creación, a mediados de los 90, fue conocido como el único del país que permitía el contacto directo con los animales, mientras que se espera que la Justicia investigue las denuncias que realizaron organizaciones y vecinos sobre desapariciones y maltratos de la fauna del lugar.

«Este cierre es una clausura total preventiva, ya que se le han pedido requerimientos que no han cumplido y es difícil que lo hagan en el futuro», dijo a Télam el secretario de Control y Monitoreo Ambiental de la Nación, Sergio Federovisky, que encabezó el operativo de clausura esta mañana en el predio de 15 hectáreas ubicado en el kilómetro 58 del Acceso Oeste.

Según explicó el funcionario de la cartera ambiental, se le había pedido «un plan de reconversión y un inventario con todos los marcajes y dispositivos satelitales para identificar a los animales, ya que hay serias inconsistencias en lo que han declarado del plantel faunístico»

El último 2 de septiembre la Reserva Zoo Lujan S.R.L. fue intimada en forma conjunta por el Defensor del Pueblo de la provincia de Buenos Aires, el intendente del Municipio de Luján y el Ministerio de Ambiente para que en un plazo de 72 horas presente el plan de adecuación del zoológico.


«Esto es una clausura administrativa, la hacemos total porque no pueden abrir el predio. Se tienen que hacer cargo del funcionamiento del mismo», advirtió Federovisky.

El lugar se había comprometido a asumir los pedidos -que no presentó- de las autoridades en febrero, cuando se les clausuró las jaulas de leones, tigres, elefantes y guacamayos, al constatar cerca de 600 situaciones de transgresión, ya que se facilitaba el ingreso de visitantes al interior de las jaulas, prohibido según la Ley 12238 de la provincia de Buenos Aires.

El Zoológico de Luján se creó en 1994, y desde sus inicios se mostró como un proyecto «innovador» a nivel nacional y mundial porque permitía a los visitantes interactuar con los animales salvajes.

El dueño y director del predio, Jorge Semino, aseguró en una entrevista televisiva, en 2012, que era el único zoológico en Argentina que permitía el contacto con los animales porque allí eran «criados con amor», desconociendo los peligros que podían ocasionar los ejemplares a las personas.

«La ley nunca permitió la interacción de los visitantes con los animales, y siempre jugaron con eso pagando multas. Celebramos que haya otra postura desde el Ministerio de Ambiente», dijo Inés, integrante de Proyecto Galgo Argentina, una de las organizaciones que viene denunciando las irregularidades en el lugar.

«Es un lugar privado y las cosas no estaban en orden. Pedimos que se reconvierta porque la forma de tratar y exhibir los animales es obsoleta», agregó.

El ministro de Ambiente, Juan Cabandié, se expresó en su cuenta de Twitter el 10 de septiembre sobre la situación del zoológico bonaerense: «Los zoológicos como lugares exhibición de animales son una práctica del siglo pasado que, como tantas, hay que transformar», aseguró.

Federovisky sostuvo que la clausura se dio por el «incumplimiento real de la normativa y contradicción ética con lo que demanda la sociedad hoy».

«Lo que está de trasfondo es una demanda concreta de la sociedad de reconvertir los zoológicos. La exhibición de animales no es del siglo XXI, hay que pensar en la idea de santuarios donde se rescate a la fauna y se priorice la recuperación, no que estén encerrados en jaulas», aseveró.

El Ministerio de Ambiente se presentará a la justicia como querellante para que se investiguen las reiteradas denuncias de desmanejos en su interior, realizadas en redes sociales por vecinos de Luján, organizaciones y exempleados, que incluyen maltratos y desaparición de ejemplares.

«Queremos que la Justicia investigue y determine qué es lo que pasó o pasa allí dentro», dijo Federovisky.

En tanto, desde las organizaciones pidieron celeridad a la intervención judicial dada las condiciones de los 400 animales que viven en el zoológico.

«Esto queda en manos de la justicia y va a tener que ser rápida porque hay vidas de animales en juego. Hay más de 140 grandes felinos, se va a necesitar actuar de manera urgente», aclaró Inés de Proyecto Galgo Argentina.