La semana pasada el dólar llegó a $ 16,20. Luego cayó y volvió a subir. Si se mantuviera en ese máximo, significaría un aumento adicional de entre cuatro y cinco puntos en las boletas de gas en el segundo trimestre del año que comienza. Es porque en el sistema de ajustes periódicos que decidió aplicar el Ministerio de Energía para reducir los subsidios y trasladar a los usuarios las ganancias de las empresas productoras, el costo del gas en boca de pozo está fijado en dólares, lo que agrega una presión adicional en las facturas.

Según un cálculo realizado por este diario, el aumento promedio del servicio sería del 16% a partir de abril, si es que la moneda estadounidense se mantiene en torno a los $ 16 como lo hizo en los últimos días. Un 10,5% correspondería al mayor pago del usuario por la reducción del subsidio al gas y el poco más del 5% restante correspondería a la suba en la cotización del dólar, que estaba a $ 15,23 cuando entraron en vigencia los nuevos cuadros tarifarios, el 7 de octubre.

Aunque el gobierno tiene frentes más complicados que atender durante el verano, la decisión de lanzar una segunda ola de aumentos en los servicios públicos ya está resuelta. En la audiencia pública realizada en septiembre (un requisito que impuso la Corte al anular el primer tarifazo que dispuso la gestión macrista) y que derivó en un aumento promedio que superó el 200%, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, presentó un informe elaborado por su cartera en el que se establecía un «sendero de precios» que pretendía dar certidumbre a los productores sobre el valor futuro al que podrían facturar el gas en boca de pozo. La tabla no era más que una serie de aumentos semestrales y escalonados que en tres años llevarían el precio de U$S 3,42 a U$S 6,78 por millón de BTU (unidad térmica usada internacionalmente). En los cálculos oficiales, esa cifra final serviría para que el Estado deje de abonar subsidios, sin considerar si es una remuneración adecuada o excesiva para las compañías gasíferas. En la resolución 212, por la que se autorizan los aumentos, Aranguren instruyó de manera taxativa a la Secretaría de Recursos Hidrocarburíferos a tener en cuenta dicha tabla para elaborar los futuros cuadros tarifarios, que serán actualizados dos veces por año, en abril y octubre. De esa manera, en 90 días el precio del fluido pasaría a U$S 3,78 por millón de BTU. A valores de mercado de hoy significaría $ 2,24 por metro cúbico para los clientes de menor consumo, contra $ 1,93 en vigencia. Esos valores van creciendo en las categorías de mayor consumo y podrían ser aun mayores si el dólar sigue subiendo en el primer trimestre de 2017. Para octubre está previsto un nuevo ajuste que llevaría el precio a U$S 4,20 por millón de BTU.

El costo del gas en boca de pozo representa entre el 60 y 70% de la boleta que pagan los usuarios. El resto contiene la retribución para los transportistas (los dueños de los gasoductos), los distribuidores (en el área metropolitana, Metrogas y Gas Natural Fenosa) y los impuestos.

Electricidad

Según los especialistas, el alza del dólar también repercutirá en mayores tarifas por el servicio eléctrico, ya que el costo de generación de energía, cuya comercialización mayorista se concentra a través de Cammesa, también está dolarizado y representa alrededor del 25% de la factura al cliente (el resto es lo que cobran las distribuidoras Edenor y Edesur y los impuestos). «En nuestro país la generación de electricidad es muy ineficiente, ya que buena parte de ella se obtiene quemando distintos tipos de combustible. Si el costo del gas y de esos combustibles varía según el dólar, el precio final de la electricidad también lo hará», observó Pedro Bussetti, titular de Deuco (Defensa de Usuarios y Consumidores). En esa entidad creen que la audiencia pública realizada en diciembre fue el preludio de otro tarifazo de grandes proporciones: a partir de los dichos del secretario de Energía Eléctrica, Alejandro Sruoga, calculan que el aumento promedio superará el 35% sobre la tarifa actual y acumulará 940% en los últimos 12 meses. En este rubro, sin embargo, Energía todavía no tomó una determinación y las distribuidoras se manejan con los cuadros tarifarios de febrero de 2016. «