Con un carta enviada a la vicepresidenta de la Nación y presidenta del Senado, Gabriela Michetti, el senador radical por la Pampa Juan Carlos Marino declinó formalmente la posible postulación para ser ratificado como vicepresidente primero de la Cámara Alta.

En el texto de tres párrafos Marino, más allá de agradecer la postulación y el apoyo por parte de sus compañeros de bancada, sostiene: “Me encuentro atravesando un proceso judicial por una denuncia que realizaron en mi contra. Tal como lo expresé en su momento, quiero reiterar mi inocencia en relación a la misma. Soy un hombre de la democracia y respeto profundamente la división de poderes, por eso me ajusté a derecho desde el primer momento y voy a esperar y respetar el desenlace judicial que, no dudo, demostrará mi inocencia. Pero hasta que eso suceda, considero prudente no aceptar la postulación con la que me están honrando nuevamente”.

En diciembre de 2018 el pampeano fue denunciado ante la justicia por una empleada del Senado quien aseguró que fue acosada tanto por el legislador como por algunos de sus colaboradores.

La inminencia de la sesión preparatoria del Senado en donde deben definirse las autoridades forzó a Marino a tomar una decisión. Más allá del apoyo público que recibió de sus compañeros de bloque, lo cierto es que todo el oficialismos esperaba el paso al costado de Marino.

Más allá de dejar un lugar de exposición y de privilegio como es la vicepresidencia 1°, Marino conservará el manejo de dos lugares claves en cuanto a la circulación de fondos dentro del Senado: la comisión bicameral de fiscalización de Organismos de Inteligencia y la Biblioteca del Congreso.