«Será porque mi niñez / aún juega en tus playas / yo llevo tu marca grabada en la piel / adonde quiera que vaya.». Esta paráfrasis de las primeras estrofas de Mediterráneo de Juan Manuel Serrat dan comienzo a Uno, el séptimo disco del compositor y cantante uruguayo Daniel Drexler.

Pero  Drexler traslada el mar europeo al que alude el  catalán a las orillas del Río de la Plata, para ser más exactos a «La rambla de Montevideo (II)», título del tema que abre su nueva placa.

Uno respira Montevideo en cada surco del álbum compuesto por doce canciones urbanas en las que, con un sonido moderno que mixtura un elegante pop con elementos electrónicos y cuerdas de tambores, el uruguayo recorre los paisajes de su ciudad y retrata diversas situaciones a través de sus letras.

El nuevo disco será presentado hoy y el jueves 30 a las 21 en Café Vinilo, Gorriti 3780, Palermo, y el viernes 31 a las 22 en el Teatro Auditorium, Boulevard Marítimo 2280, Mar del Plata. Además en septiembre el cantante realizará una gira patagónica que incluye Bariloche, San Martín de los Andes y Villa La Angustura.

A lo largo de todo el CD, Drexler muestra una llamativa capacidad para lograr instantáneas con las que captura imágenes de gran sencillez pero efectivas a la hora de combinarlas con melodías de acceso amable.

Esto ocurre con la oda a la poesía que representa «Febril remanso», la rítmica «Parlemitana» («Pasó el candombe / soltando amarras / corrió la fiesta por tanta cuadra») o el vals «Salvando la distancia», una declaración de amor en la que el autor no reniega de la ayuda del skype o el watsapp.

La suave dinámica de «Amo» contrasta con la aguda y cruda realidad que muestra «Los peones de la guerra» («Vidas sin valor, los peones de la guerra / Los de a pie siempre descalzos / los rebeldes y los mansos / penitentes de la tierra / ya no importa si la bala emboca o erra / ya ni cuenta cada puerta que se cierra») profundizada por la grave sonoridad que le otorga al tema un cuarteto de cuerdas.

El tema «Uno» le devuelve luz al disco, la que se refleja también en «Mariposas» y en el sentimiento esperanzador de «De cada ocasión que caí».

Los vientos y la rítmica dominan en «Al menos un segundo» en tanto que la atmósfera reflexiva de «El más laico catequismo» es acentuada por los arreglos de cuerdas y la lap steel de Alexandre Kassin quien, como productor artístico del disco, consigue homogeneizar estas doce canciones que cierra con el ritmo de samba de «Vívida vida».

Con la participación de Marcos Suzano, Davi Moraes, Marcelo Jeneci, Leo Reis, Domenico Lancelotti, Zelito, Danilo Andrade (Brasil) Martín Ibarburu, Ana Prada, Jhonny Neves, Carmen Pi, Camila Ferrari, Karen Martinez, Pablo Somma (Uruguay), Alejandro y María Laura (Perú), Pablo Grinjot, Marta Roca, Mariano Malamud , Lucas Argomedo (Argentina) y Theon Cross (Inglaterrra), Drexler (guitarra española, guitarras eléctricas voces y coros) continúa afianzando su trayectoria artística y lo hace con composiciones que respiran un creativo y minucioso trabajo sonoro y poético.