Hola, sí, qué tal. Acá ando, sufriendo privaciones y prohibiciones tremendas para alimentarme de forma saludable, como siempre. Hay que comer cartón de la noche a la mañana porque nunca te podés dar un gusto y menos que menos, un antojo dulce. Te imaginás. Ah, ¿lo de la foto? ¿Qué, esa belleza chocolatosa, esa seda más rica que el danette, esa decadencia porno con almendras? Emmmm… ay, no sé, se me habrá colado la foto de algún otro.

Amigos. Esta receta es la mar de sencilla y queda sinceramente irresistible. No la llamaría mousse, porque la consistencia es más untuosa y menos aireada, como esos postrecitos… cuando era chica el más rico era el Shimmy, ¿se acuerdan? Los gringos los llaman “puddings” y ustedes llámenlos como quieran, pero no se pierdan la hermosa chocolatitud del asunto. Que se obtiene con sólo unos cuatro o cinco ingredientes y diez minutos de atención.

Si con todo esto no los tenté, permítanme agregar que este postre o pudding de chocolate es vegano si se quiere, libre de gluten si se quiere, endulzable con lo que más les guste y si te descuidás, lo empezás a usar de relleno en las tortas o de cobertura a los budines. No es que yo lo haya intentado, eh.

Ingredientes

– 2 tazas de leche vegetal (o leche de vaca si prefieren)

– ¼ taza de cacao amargo

– Endulzante a elección: puede usarse stevia, azúcar o miel. Recomiendo lo que más me gusta: usar siempre en todos los casos una cucharada de miel para aportar sabor y textura, pero no endulzar la totalidad del postre con ese sabor. El resto, lo que prefieran. La cantidad también es muy personal: recomendaría unas 3 cucharadas de azúcar mascabo por ejemplo en total, pero hay que probar y testear según las preferencias.

– 4 cucharadas de almidón o fécula. Recomiendo usar kuzu o araruta que son dos almidones más saludables. De no conseguirse, puede usarse sin problema fécula de maíz.

– 150 grs de chocolate picado, de buena calidad. Si no consiguen, agreguen un poco más de cacao.

– 1 cdta extracto de vainilla

Opcionales:

– 1 cdta. de canela.

– Almendras tostadas y picadas.

– Coco en escamas tostado.

– Lo que se les ocurra.

Procedimiento

Mezclar media taza de la leche con el almidón, revolviendo continuamente y con cuidado de disolverla en frío lo mejor posible. Reservar.

Mezclar el resto de la leche (una taza y media) con el cacao amargo y llevar al fuego en una cacerolita o jarro revolviendo cada tanto. Cuando esté a punto de hervor, agregar el resto de la leche que tiene almidón lentamente, revolviendo hasta integrar del todo.
Continuar cocinando a hervor suave por unos 3 o 4 minutos. Agregar el endulzante, integrar y apagar el fuego. Agregar la vainilla y el chocolate picado, integrar bien y volcar en un bowl o varios individuales para llevar a la heladera por espacio de 3 hs mínimo, hasta que cobre frío y espese.

Notas:

– esta receta puede hacerse empezando con “leche chocolatada” vegetal o de vaca. Siempre habrá que disminuir la cantidad de cacao que agregaremos según la que usemos, o directamente cancelar
el agregado de cacao. Lo mismo con el endulzante: si la leche ya está endulzada obviamente necesitaremos agregar menos, o nada.

– según la leche elegida y la preferencia en textura de cada quien, puede necesitarse un poco más de almidón para espesar. Para saber qué hacer, pueden extraer una cucharadita de la olla y probar cómo espesa al derramarla sobre un platito. Siempre en frío va a espesar todavía un poco más. De todas formas, si llevaron la preparación a la heladera y quedó muy líquida, van a poder recalentarla y agregar con cuidado un poco de almidón disuelto en agua para espesarla sin inconvenientes. En cambio lo
inverso (hacer líquido un postre demasiado almidonoso) no es fácil.

– para evitar que se forme “nata” o una capita de textura desagradable sobre el postre, pongan un papel film o un separador de freezer en contacto con la superficie cuando lo lleven a heladera.