Los trabajadores de la web del Diario Popular emitieron un comunicado mediante el cual informan la retención de tareas por 72 horas debido a que la empresa les adeuda “casi la mitad del sueldo de abril y la totalidad del sueldo de mayo”.

Los trabajadores del diario que se ubica tercero en el ranking de tirada en la Argentina denuncian que el pago discontinuo y con atrasos en sus haberes se arrastra desde el año 2019 y que, ahora, la patronal procedió directamente al no pago de los sueldos.
Los representantes sindicales emitieron un comunicado en el que aseguran que en una audiencia virtual con el ministerio de Trabajo recibieron la noticia de que el organismo desestimó la posibilidad de dar vía libre a un Proceso Preventivo de Crisis así como al pago del subsidio de ATP porque la empresa no pudo comprobar caída en sus ingresos con relación al año anterior.

Asimismo aseguran que el medio tampoco realiza los aportes patronales que le corresponden en materia de jubilaciones, obra social y ART y que no incorporaron personal ante la reciente renuncia de ocho trabajadores cuyas tareas recaen ahora sobre la espalda de los trabajadores que siguen bajo relación de dependencia pero que, de todas formas, no perciben salarios. Además denuncian que la empresa decidió reubicar las instalaciones de la redacción en un nuevo edificio que “no cumple con los requisitos necesario para resguardar la salud”.

Los trabajadores exigen que la empresa propiedad de Francisco Fascetto regularice la situación porque “no tenemos plata para comprar comida ni pagar remedios ni afrontar las facturas de nuestras obras sociales que llegan a monto completo porque la empresa no realiza los aportes correspondientes”.

El gremio de prensa, declarado esencial desde el primer minuto del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio arrastra una situación de degradación de las condiciones de trabajo que se ha visto agravada por la pandemia. Es que, más allá de la exposición al virus de quienes ejercen su labor en forma presencial y que no han percibido un bono por esencialidad y las condiciones agobiantes que impone el teletrabajo al resto de los periodistas, se le agregan despidos ilegales en Publiexpress (una parte de los cuales fueron reinstalados por la justicia) y en Atlántida. Además el gremio en su conjunto sufre una fuerte pérdida del poder adquisitivo del salario así como una amplia precariedad laboral de gran parte de los trabajadores que revisten bajo la forma de “colaboradores”.

A mayo, esa caída del salario real acumulaba más de un 50% desde el año 2013. Desde 2015 se destruyeron más de 4.500 puestos de trabajo registrados en el sector. La paritaria de 2019 quedó suspendida una vez dictada la cuarentena con un aumento acumulado en el período de apenas un 15% contra una inflación de alrededor de un 50%. De esta forma, el salario de convenio de redactor se ubica más de un 10% por debajo de la Canasta Básica Total que mide el umbral de la pobreza.

Uno de los medios cuyos trabajadores abordaron la crisis salarial es El Cronista Comercial que mantiene un plan de lucha que incluyó paros de 24 horas así como retenciones de tareas y quites de colaboración bajo el novedoso formato de “un periodista = una nota”. A esa medida que afecta la productividad empresaria se le suma ahora paros de dos horas en sus publicaciones web en reclamo de una respuesta al retraso salarial que padecen ellos como parte de todo el gremio.