Las Elecciones 2017, los tres días con la Plaza de Mayo atestada, el IPC-Indec que reflejó una inflación muy por encima de lo esperado, y un lapidario informe de la UCA conformaron un cóctel que dejó mareado al gobierno. El resultado fue una marcha atrás con la política del shock tarifario; al menos, por el momento.

«Una economía sana no debe distinguir si estamos en un año eleccionario o no», había dicho el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne a inicios de esta semana. Parece que sus compañeros no lo escucharon.

La apertura del paraguas se evidenció de manera exponencial en el congelamiento del aumento del transporte. El Presupuesto 2017, aprobado por el Congreso, contemplaba fuertes quitas de subsidios al transporte público. Las especulaciones oscilaban entre un 50 y 83% de suba. Se esperaba que el mínimo del colectivo pase de $ 6 a $ 9; luego, la especulación pasó a $ 11. Los trenes debían aumentar en la misma sintonía. Sin embargo, todo cambió el viernes último. «Por ahora, no va a haber variaciones en la tarifa del transporte», aseguró el ministro de Transporte Guillermo Dietrich en un plenario de las comisiones de Defensa de Consumidor y de Transportes. Casi en una catarsis, Dietrich apuntó: «Estamos subsidiando más del 60% del precio del boleto de transporte terrestre y más del 90% del de tren, en un beneficio que pasó a estar más dirigido a las personas que a las empresas (…) El Estado está subsidiando el boleto de ida y un poco del boleto de vuelta; el resto, menos de un 40%, lo paga el pasajero», se quejó.

También en la última semana, Juan José Aranguren, uno de los pitbulls en el avance tarifario, tuvo que partir en tres partes el hueso de la boleta de gas. En la previa de la audiencia pública por el precio en boca de pozo (PIST, que es la materia prima producida por las petroleras), el ministro de Energía aseguró que el aumento previsto para el 1 de abril se dividirá en tres cuotas: abril, noviembre y abril 2018.

Héctor Polino, titular de Consumidores Libres, explicó a Tiempo que «el aumento que se supone estará dividido en tres cuotas es el que se discutió en la audiencia pública del año pasado, relativo al precio de transporte y distribución». Para Polino, es llamativo que «aún no se emitió una resolución sobre esa audiencia; de modo que no sabemos de cuánto será ese aumento». Se estima que la suba por transporte y distribución esté entre el 50 y el 70 por ciento. Aranguren dijo en la última audiencia que el PIST subirá en promedio un 13% a partir de abril, con aumentos que irán del 9 al 21 por ciento. El PIST representa el 70% de la boleta; el resto, es de transporte, distribución e impuestos.

Con respecto a la audiencia del viernes último sobre el PIST, Polino expresó: «En el mundo, el millón de BTU es menor a tres dólares. Acá, lo quieren llevar a cuatro. Es una insensatez hablar de una nueva transferencia a las petroleras, en el contexto en el que vive el país, con un 32.9% de pobreza.» El informe al que refirió Polino advierte que en los primeros nueve meses de 2016, un millón y medio de personas cayó en la pobreza y 600 mil, en la indigencia.

Se espera que también se moderen las subas en combustibles y en el agua. Este último punto debía aumentar en marzo, pero el ente regulador ERAS rechazó la propuesta empresaria, escuchó los reclamos de las organizaciones sociales y habrá audiencia en abril.

Finalmente, el ministro del Interior Rogelio Frigerio pareció tener una epifanía, luego de 15 meses de tarifazos: «Hay que cuidar el bolsillo de la gente», le dijo a Continental. «