Los empresarios son los primeros promotores de las reformas que anunció el gobierno de Cambiemos y, como tales, llevan varios días celebrando el triunfo de la agenda que venían luchando por imponer desde mucho antes de la llegada de Mauricio Macri a Balcarce 50. 

Sin embargo, lejos de dormirse en los laureles, los hombres de negocios muestran un despliegue de actividad al lanzarse a las negociaciones en todo el país con gobernadores y legisladores que todavía miran de reojo algunos aspectos de las iniciativas oficiales. 

Este es el caso de los integrantes de la Cámara de la Construcción (Camarco), quienes ya se entrevistaron con varios gobernadores con el fin de limar las asperezas de la primera versión del texto de reforma impositiva que propone el macrismo. 

Así lo aseguró a Tiempo el presidente de la Camarco, Gustavo Weiss, quien adelantó que los jefes provinciales están de acuerdo «en gran medida» con la reforma tributaria, tal como salió de las usinas de Cambiemos. 

«Apoyamos el planteo del gobierno porque busca desenmarañar la carga impositiva que recae sobre las empresas. Algunos gobernadores están dispuestos a tratar» la ley con la condición de que «no ocasione problemas graves de financiamiento» a las administraciones locales, refirió el dirigente constructor. 

Entre los que apoyan sin fisuras la iniciativa oficial están los integrantes de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), una entidad conformada por los dueños de las grandes compañías que operan en el mercado local, entre ellos, Paolo Rocca, de Techint; Luis Pagani, de Arcor; y Héctor Magnetto, de Clarín. 

«Los empresarios coincidieron en que resulta muy positivo para el país que desde el gobierno se avance en un proyecto destinado a promover el desarrollo económico y la creación de empleo mediante la reducción de la elevada presión tributaria, una mayor formalización de la economía y que, simultáneamente se reduzca de manera gradual el déficit fiscal», comunicó oficialmente AEA el viernes por la tarde, tras varios día de deliberación.

Entre otros puntos importantes, la reforma de Macri apunta contra Ingresos Brutos, un impuesto que cobran las provincias, y establece para los aportes patronales un mínimo no imponible de $ 12 mil, dos medidas que los empresarios miran con especial atención. 

Pero en el ambiente empresario no todos opinan igual. El vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, adelantó que las empresas de ese sector están preparando informes técnicos sobre lo anunciado, pero remarcó que «todavía no hay posición oficial» ni en la central fabril ni en la Coordinadora de Industrias Alimenticias (Copal) a la que también representa. 

El empresario se declaró a favor «del discurso presidencial» más en general, pero subrayó que la UIA y la Copal estudiarán las propuestas sector por sector y no descartan hacer sugerencias, por ejemplo, sobre impuestos internos y contribuciones patronales. 

Aunque son promotores cruciales de las reformas, hay empresarios que viven el proceso con nerviosismo. 

El titular de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), y hombre fuerte de la multinacional DuPont, Juan Vaquer, resumió el clima en pocas palabras: «Va a haber que controlar la ansiedad» porque la procesión puede ser larga: «Es importante llegar a un grado de consenso para que los cambios sean sostenibles y durables en el tiempo. Como todos los sectores, el empresariado va a tener que ser generoso por el bien del país», señaló. 

ACDE «viene realizando reuniones permanentemente» como parte del Foro de Convergencia Empresarial. Aunque todavía no tuvieron encuentros con los gobernadores, Vaquer no descartó que los haya en el futuro. 

Más alejados de cualquier optimismo, un sector de los empresarios reclama contra la reforma. Es el caso de los productores de vino, que no dudaron en acusar de traidores a los funcionarios de Macri. Menos agresivos, también protestan los productores de caña y azúcar, los de cervezas y las empresas radicadas en Tierra del Fuego. «


La UIA recibe a tres ministros este martes

La Unión Industrial Argentina (UIA) recibirá este martes en su sede porteña a tres ministros del Gabinete nacional: el titular de Trabajo, Jorge Triaca; y sus pares de Hacienda, Nicolás Dujovne; y de Producción, Francisco Cabrera. 

Una fuente de la entidad empresaria señaló que no todos los socios leyeron los borradores de los proyectos del oficialismo con el optimismo que manifestaron AEA o la Cámara de Comercio. En la UIA hubo críticas al proyecto de reforma impositiva de parte de empresas vinculadas a las economías regionales, como la vitivinícola, y de productores de bebidas alcohólicas. 

La industria de la alimentación tampoco está satisfecha con el proyecto tributario. Los empresarios esperan abordar estos temas en la reunión del martes, en una reunión extraordinaria o dentro del habitual encuentro del Consejo Directivo. 

En tanto, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, adelantó ayer que esta semana habrá reuniones con los sectores que cuestionaron el proyecto oficial, como el vitivínicola, el azucarero y el tecnológico de Tierra del Fuego. «Serán mesa de trabajo para discutir con los números que pueda aportar cada uno de esos sectores», detalló Peña.