«Se acerca el invierno», advierten los personajes de la famosa serie estadounidense Juego de Tronos. En Argentina, por motivos muy distintos, la sugerencia tiene también plena vigencia. Con la llegada del frío, los precios en las tarifas de gas pueden crecer casi en un 300%; un 162% con respecto al invierno anterior. En el caso de la luz, las subas anuales oscilan entre un 54% y un 222%, con mayores aumentos para quienes no tienen acceso a la red de gas.

Los grandes aumentos a las tarifas de gas y de luz comenzaron a regir a fines de 2016. En el caso de Edesur y Edenor, hubo nuevas subas a inicios de 2017. En abril de este año, hubo un nuevo incremento para Metrogas.

El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) elaboró un informe «en base a los consumos informados por el ENRE y por el Enargas de los diversos aparatos electrodomésticos». El mismo evalúa las zonas de la Ciudad de Buenos Aires y del Conurbano.

El documento establece que el consumo mensual de gas promedio es de 111 metros cúbicos en verano y de 355 metros cúbicos (m3), en invierno. En las tarifas, esto significa un aumento del 292 por ciento: de $ 535 se pasará a $ 2097 por mes. Con respecto al invierno del año pasado, la suba será del 162%, ya que se pagaron (de forma retroactiva y en cuotas) facturas de 800 pesos.

Osvaldo Bassano, titular de la Asociación por la Defensa de los Derechos de Usuarios y Consumidores (ADDUC), vaticinó número similares, aunque lo comparó con 2015: «Si consumen lo mismo que en el invierno de 2015, la suba total puede ser del 1200 por ciento. Puede haber aumentos del 400% y del 1200%, según la categoría». Con respecto a las bonificaciones por consumo, opinó: «Quien más lo necesita no lo puede bajar. Se pierden consumos vitales para las personas de menores recursos. No es algo banal esto. Es salud. Se utiliza la calefacción que se necesita para mantener los ambientes acordes a la salud».

Con respecto a la tarifa social, Bassano expresó: «Es otra mentira. Recibimos muchas denuncias de gente que está en condiciones de recibirla, que reclama desde hace meses y no se la dan. El problema es poner CEO y burócratas en asistencia social», resumió y agregó: «Esta problemática se repite con los medicamentos».

Héctor Polino, fundador y abogado de Consumidores Libres, no vaticinó porcentajes porque «depende de muchos factores como la unidad, el consumo y hasta el clima», pero sí advirtió: «Hay que tener cuidado con los saltos de categoría. Hay que mirar bien la boleta y compararla con anteriores». Finalmente, recordó: «A partir de octubre, habrá un nuevo aumento, que lo van a hacer efectivo desde noviembre por el tema de las elecciones».

El informe de CEPA indica que el consumo mensual promedio de energía eléctrica en invierno es de 155 kilovatios por hora (kwh), para quienes tienen acceso a la red de gas; en tanto, es de 1489 kwh para quienes no lo tienen, que además deben pagar dos garrafas por mes, valuadas en $ 250 promedio. Las siderales direfencias se deben a que quienes están fuera de la red de gas deben suplir esos consumos con artefactos eléctricos que consumen mucha energía, como las estufas eléctricas o calefónes eléctricos. Los mencionados consumos se verán traducidos en pesos en las próximas tarifas. Para hogares con acceso al gas, las facturas pasarán de $ 106 a $ 163,07 (un 54%), con respecto a 2016. Para hogares sin acceso al gas, pasarán de $ 1006 a $ 2240,44 (122%), para el mismo período.

El Censo 2010 ya indicaba que en CABA apenas el 10% de los hogares no tenía acceso a la red de gas. Sin embargo, en el Conurbano Bonaerense el problema es importante: CEPA estima que el 30% de los hogares no tiene acceso a la red. Estos números se traducen en casi 900 mil hogares del AMBA, si se toman los números del citado censo. El año pasado, las medidas cautelares y la lucha de las organizaciones sociales lograron que el invierno no sea tan complicado para el bolsillo. En este 2017, las enormes subas se verán reflejadas en las facturas que llegarán en julio, agosto y septiembre. «