Un policía porteño fue procesado con prisión preventiva por el supuesto intento de robo a cuatro tripulantes de un auto de alta gama utilizando para ello su propia arma reglamentaria. El juez de instrucción Diego Slupski dispuso la medida contra Luis Enrique Véliz, oficial de la Policía de la Ciudad, por el delito de “robo agravado por su comisión con arma de fuego y por ser miembro integrante de las fuerzas de seguridad en calidad de autor y en grado de tentativa”.  Además, le trabó embargo hasta cubrir la suma de 50 mil pesos.

“Se espera que un policía actúe en defensa de los ciudadanos”, destacó el juez, pero contrapuso que en el caso de Véliz “habría utilizado el arma reglamentaria para perpetrar la sustracción”.

Según la resolución, a la que tuvo acceso Tiempo, el 3 de noviembre pasado a la 1:20 de la madrugada en la intersección de la Autopista Dellepiane y la avenida Murguiondo Véliz “intentó apoderarse, con la exhibición de un arma de fuego, de las pertenencias” de cuatro ocupantes de “un vehículo marca Audi modelo A3, detenidos en aquel sitio por hallarse el semáforo en rojo”. Dos de los cuatro asaltados huyeron a la carrera y dieron aviso a otros policías que estaban en un operativo por un choque en las cercanías, quienes acudieron al lugar y observaron a Véliz sujetando de los cabellos a una mujer a la que le escucharon decir: “perdiste, te voy a quemar”.

Cuando advirtió la presencia de policías, Véliz “guardó el arma en su vestimenta y se colocó una gorra con la inscripción de la Policía de la Ciudad y exhibió la credencial de dicha fuerza”.  En ese momento, según la resolución, “vestía campera de color roja con vivos blancos (con la identificación del club atlético River Plate, a la que vez que poseía un arma de fuego en una mano”.

En su declaración indagatoria, el policía imputado indicó que había actuado movido por gestos de los ocupantes traseros del Audi que “le habían efectuado gestos con las manos como si tuviesen un arma de fuego, a la vez que el conductor no lo dejaba rebasarlos”.

“Bajé y me acerqué para identificarlos, les dije que era policía y ellos abrieron las puertas y empezaron a los gritos, decían ‘me quieren robar, me quieren robar’. Después, que yo tomé de los pelos a la mujer es mentira. La policía había aparecido enseguida y le expliqué la situación pero no me creyeron”, se defendió el acusado.

El juez Slupski tampoco le creyó. “Si quería identificar (a los ocupantes del Audio) no hubiese esperado a detenerse por el semáforo en rojo sino que los hubiese interceptado desde un primer momento o hubiere bien solicitado apoyo policial, pues tenía posibilidad de comunicarse ya que se le secuestraron dos teléfonos celulares, uno de ellos perteneciente a la Policía de la Ciudad”.

El proceder de Véliz “no luce ajustado a ningún procedimiento policial ni traduce una actuación regular que se hubiese encontrado justificada”, subrayó el juez.