La Cámara Nacional en lo Criminal confirmó los procesamientos dictados a los miembros de una patota que el 1 de diciembre de 2017 golpearon a un joven rugbier por su condición de homosexual, en un local de comidas rápidas de la Capital Federal.

La Sala I de la Cámara ratificó la medida dictada contra seis jóvenes de entre 20 a 25 años de edad por lesiones graves, agravadas por haberse cometido por odio a la orientación sexual en contra de Jonathan Castellari.

El joven agredido de 25 años salía de bailar alrededor de las 6.30 am con un amigo y ambos se encontraban esperando su pedido en el local de McDonald’s, ubicado en Av. Córdoba al 3.188.

En ese momento, el grupo de hombres de entre 20 a 25 años entró al local y uno de los integrantes dijo, dirigiéndose a Castellari, “hoy me levanté con ganas de pegarle a un puto como vos” y entre todo el grupo comenzaron a burlarse de ambos por ser homosexuales.

La violencia física hacía Castellari comenzó cuando decidió evitar confrontaciones y salió a fumar un cigarrillo a la playa de estacionamiento con su acompañante. Un miembro de la patota lo siguió, lo agarró por el cuello y una vez afuera lo atacó con golpes de puño y puntapiés en todo el cuerpo. Luego se acercó el resto del grupo que se sumó a las agresiones.

Luego de la golpiza, Castellari recibió atención médica por parte de una enfermera que se encontraba desayunando en el local. Ella junto a su amigo lo trasladaron al Sanatorio Güemes, donde los profesionales determinaron que sufrió trauma facial con fractura en el piso de orbita derecha y con pérdidas de tejido a nivel esmalte y dentina en el ángulo mesial de las coronas clínicas del incisivo central derecho e izquierdo.

Por las lesiones ocasionadas el joven rugbier estuvo a punto de perder el ojo derecho y a raíz de la situación traumática que padeció, comenzó a sufrir ataques de pánico que lo obligaron a someterse a tratamientos psiquiátricos y psicológicos.

El año pasado, cinco integrantes fueron detenidos por el ataque homofóbico, pero fueron liberados bajo fianza a las 24 horas. Las defensas de los acusados dijeron que todo se inició con unas bromas y que hubo agresiones de ambos lados, pero los magistrados Luis Bunge Campos y Jorge Rimondi repasaron la prueba producida (entre ellas los registros de varias cámaras de seguridad) para concluir sobre la responsabilidad penal de los procesados.

También se analizó el testimonio del gerente de esa sucursal de McDonald’s, que se refirió a la violenta agresión que sufrió el damnificado en coincidencia con la declaración de la enfermera que asistió a Castellari, a quien golpearon aún cuando se hallaba ensangrentado en el piso.

Tanto Castellari como su amigo pertenecen al Club de Rugby Ciervos Pampas, primer equipo de América Latina que promueve la diversidad sexual.


* Artículo escrito en el marco del convenio con la UNDAV.