La respuesta del Gobierno turco no tardó en llegar y luego de que las autoridades recuperaran el poder tras el fallido golpe de Estado que comenzó en la noche del viernes, y que concluyó durante la madrugada con un saldo de 265 muertes y 1.440 heridos, 2.839 militares supuestamente ligados al golpe resultaron detenidos y 2745 jueces y fiscales fueron suspendidos.

El intento golpista logró la unión de los cuatro partidos políticos con representación parlamentaria y dio la oportunidad al gobierno de realizar purgas en el sistema judicial, donde destituyó a los jueces acusados de tener vínculos con el predicador islamista Fethullah Gülen, señalado como el cerebro del golpe y cuya extradición de Estados Unidos fue reclamada hoy por el Gobierno.

Por otra parte, al menos 2.839 militares han sido detenidos por su presunta colaboración con el golpe, según Yildirim, quien ha incluido entre los sospechosos tanto a soldados rasos como a oficiales de alto rango.

Al mismo tiempo, la policía detuvo hoy a diez jueces del Danistay, la máxima autoridad jurídica para contenciosos administrativos y otros 38 están siendo buscados. En tanto, hay orden de arresto contra 140 jueces del Tribunal Supremo (Yargitay), y se ha detenido al juez del Tribunal Constitucional Alparslan Altan.