En una Conferencia Industrial en la que las grandes empresas se manifiestan con mesura en un momento delicado de la economía local, las pymes salieron al cruce de la política del gobierno nacional con críticas a las medidas del gabinete económico. El titular de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC) Alberto Sellaro, se sumó al descontento del ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, al coincidir en que de seguir con este signo la política del gobierno nacional se encamina “al colapso”.

“Es así. Acá no se está cuidando realmente el trabajo nacional. Se habla mucho pero son conversaciones”, fustigó el dirigente de un sector que denuncia la fuerte entrada de productos manufacturados desde Brasil y otros destinos internacionales sin que todavía hayan mediado políticas específicas desde las usinas públicas.
Sellaro apuntó contra el secretario de Comercio, Miguel Braun: “cuando el secretario habla del programa productivo se refiere a Australia, donde invirtieron 13 mil millones de dólares para que los sectores sensibles pudieran ser lo que son en la actualidad”. Y comparó: “en el país ¿hay para invertir en nosotros? No hay”. 

En sentido contrario, destacó que “Lavagna es un hombre inteligente, que tuvo que cruzar a la vereda de enfrente para expresar con claridad lo que está pasando. En su momento dejó al país donde tenía que estar porque es un gran economista”. Al profundizar la situación particular del calzado, el empresario marcó que “el mercado interno en el sector está 30% por debajo en las ventas, muy alicaído” y encendió la alerta sobre las importaciones: “el gobierno tiene intenciones de ordenar las importaciones pero estamos al límite del compromiso que asumieron con nosotros”. 

El empresario aseguró que “también es verdad que la semana pasada empezaron a llamar a todos los importadores para decirles las condiciones para el año que viene” pero lamentó que “el lobby siempre termina afectando a la producción nacional”. El presidente de la CIC agregó que las fábricas afrontan un escenario de suspensiones y despidos como consecuencia del impacto que ocasionaron las condiciones económicas. En el pronóstico para 2017, planteó que la industria esperará hasta enero para hacer una evaluación precisa.