El cooperativismo de trabajo se caracteriza por priorizar el bienestar del trabajador y su entorno familiar, por aumentar la calidad y cantidad de puestos de trabajo y por contribuir al desarrollo de sus comunidades. Los ingresos percibidos por la cooperativa son trasladados al trabajador, quien realiza el gasto en su ciudad, activando el consumo y el desarrollo del mercado local.

Como contraposición a este esquema económico, se presenta la gran empresa de grupos concentrados que responde a la lógica del capital, aumentando las ganancias sobre los costos que son enviadas a sus casas matrices para ingresar al mercado financiero.

Estas empresas hacen marketing promoviendo que lo de afuera es de alta calidad, ninguneando el trabajo argentino. Sin embargo, se llevan materias primas a bajo costo para fabricar productos de consumo fuera de la Argentina, dejando a miles de compatriotas sin su fuente laboral. En este sentido, es de fundamental importancia darle valor a la industria, el mercado interno sale favorecido porque el dinero circula dentro de nuestro territorio y no en el exterior.

Dado que el eje del trabajo en cooperativas es el propio ser humano, se presta especial atención a las condiciones laborales, evitando el trabajo esclavo y contribuyendo a la preservación del medio ambiente. Esta filosofía compite con la importación de productos a precios bajos, fabricados en emplazamientos del mercado mundial que explotan miserablemente a los trabajadores, sin respeto a los derechos laborales, incluyendo el trabajo infantil y semiesclavo.

La importación indiscriminada de productos, impulsada desde el gobierno, acompañada de la retracción del mercado interno, lesiona severamente a toda la industria, principalmente a las pymes y en particular a las cooperativas en las que sus condiciones de inversión están ligadas a su propio objetivo de generar trabajo nacional.

Luego de la experiencia alcanzada en los últimos años de profesionalización, diversificación y organización en sectores de la industria se promueve la compra de bienes y servicios a pymes nacionales y a cooperativas, involucrando de esta manera a diversos actores y sectores de la sociedad.

Esta iniciativa cuenta con diferentes componentes. En primer lugar, concientizar a la comunidad de que, mediante su poder de compra como consumidor, tiene la posibilidad de elegir también el tipo de desarrollo que va a fomentar. De que comprando cooperativo, opta directamente por trabajo argentino, protege y aumenta los puestos laborales, garantiza que no haya relaciones de explotación ni trabajo esclavo y que la forma de producir ha sido acordada de manera democrática por trabajadores y productores. Además, garantiza una relación justa entre el precio del bien, la ganancia de quien lo produce y el precio que abona quien lo adquiere, y fomenta el desarrollo de la comunidad evitando la fuga de capitales a través de la maximización financiera.

La propuesta también apoya a los emprendedores que se organizan en ferias, mercados comunitarios y cooperativas de comercialización, para acercar el trabajo de cada familia al consumidor y a sus organizaciones, evitando la intermediación parasitaria y construyendo alternativas a la concentración monopólica de la distribución minorista.

Además, se pretende canalizar la demanda pública mediante la concientización de la función política y social de los organismos estatales, diseñando los mecanismos de contratación para cada área del cooperativismo y estableciendo cupos porcentuales para cada actividad. La experiencia vivida a partir de las cooperativas dedicadas a la construcción demuestra el impacto positivo que pueden tener estas políticas cuyas consecuencias han sido la cualificación de la mano de obra, la profesionalización de las empresas cooperativas, la mejora y distribución de los ingresos de los trabajadores.

Gran cantidad de cooperativas producen bienes o servicios intermedios que son destinados a otras empresas, por lo que el aspecto vinculado con lo normativo involucra también la determinación de excepciones impositivas para la compra a cooperativas, fomentando de esa manera la actividad dentro del sector privado. También se pone el acento en llamar al propio sector de la economía social para que realice les provisiones necesarias para su propio desenvolvimiento en las cooperativas, ya que existe infinidad de empresas sociales y mutuales que organizan y mejoran las condiciones del consumo de sus asociados, actividad que sería deseable que considere la oferta de la propia economía social.

Marco legislativo

Se propone trabajar un documento que sea la base de un proyecto de Ley Marco de Compre Cooperativo (de carácter nacional), que incluya además las cuestiones centrales de su reglamentación y que se combine con una agenda legislativa más amplia (leyes, programas, políticas de promoción, convenios, entre otros).

Además, se pretende que este proyecto sea consensuado entre referentes y organizaciones del sector, con alcance hacia lo público y lo privado. Dado que es una iniciativa que necesita la adhesión de gobiernos municipales y provinciales para contar con fuerza nacional, es importante su promoción a nivel territorial a lo largo del país. Asimismo, para ganar fuerza, es muy importante difundir e ir avanzando en la preparación de proyectos de ordenanzas y leyes provinciales para presentar en cada uno de los ámbitos.

Teniendo en cuenta que son varias las preocupaciones de las cooperativas a la hora de competir con empresas de capital, por ejemplo, en la licitación pública, se propone que la ley contemple garantías para equiparar situaciones como estas. Entre ellas: la obligación de un adelanto financiero, establecer mecanismos de unión transitoria de cooperativas para que las formas de asociativismo no sean sospechadas de tercerización. Además, hacer hincapié en la dificultad de cumplir las trabas para entrar en licitación, entre otros puntos.

En relación con esto último, cabe destacar que muchas entidades no pueden contar con un certificado fiscal, que es lo mínimo que se solicita para contratar con el Estado, pero tampoco es sana una posición corporativa de pedir total eximición de la presentación de papeles. Una alternativa que se piensa para esto es establecer cláusulas transitorias que eximan a las cooperativas por única vez o por un período de la presentación de esos requisitos y que con las contrataciones que se les brinde, se comprometan a regularizar su situación.

Algunos de los modelos en los que se piensa a la hora de diagramar este proyecto de ley son la ordenanza de compra municipal a empresas sociales y cooperativas de San Martín (Buenos Aires), la ordenanza municipal de compre local de Rivadavia (Mendoza) y la ordenanza municipal de contratación a cooperativas de Rosario (Santa Fe).

Compre Cooperativo, sin dudas que significa una oportunidad para favorecer a pymes y cooperativas, al mercado interno y al consumidor. Es la chance para sentar las bases legislativas que protejan al sector y para empoderar a las comunidades en un consumo responsable que defina los lineamientos de una sociedad más justa.