En un encuentro con una delegación de periodistas latinoamericanos, el ex embajador de la India en Argentina y director del Consejo Indio para las Relaciones Culturales, Amarendra Khatua, propuso que “cada dos años se organice un Festival de la India en diferentes países de América Latina y el Caribe”, con el propósito de profundizar los vínculos culturales, políticos y económicos entre el país asiático y la región.

Este interés en América Latina no es un dato menor, teniendo en cuenta que la India no sólo se ha convertido en uno de los mercados más codiciados del planeta, sino que el actual crecimiento de su economía – del 7,6% anual – logró superar las históricas “tasas chinas” y lo proyecta en el corto plazo como una verdadera potencia económica.

“Si bien nos separa mucha distancia tenemos mucho en común, por ejemplo nuestra costumbre de hablar sin escucharnos. Resolvemos los grandes problemas en sólo cinco minutos, y cuando los inconvenientes son menores somos capaces de luchar una guerra”, bromeó Kathua en el comienzo de su minucioso, y por momentos crítico, análisis de las relaciones entre ambas regiones.

El influyente ex funcionario lamentó que las visitas oficiales de los distintos gobiernos suelen limitarse a lo estrictamente ceremonial, ya que – según dijo – son contadas las oportunidades en que se logran avances concretos en las relaciones bilaterales. “Las inversiones indias en el extranjeros fueron de 260 mil millones de dólares en 2016, de los cuales sólo se destinaron 9 mil millones a América Latina. ¿Por qué no llegar a los 15 mil millones?”, planteó.

En la actualidad, los acuerdos comerciales de la India con el Mercosur incluyen 400 productos, con un volumen de 10 mil millones de dólares anuales. Brasil es el socio más importante de la región, seguido por México, Venezuela y la Argentina. “Muchos productos de América Latina – agregó Kathua – pueden ser comercializados en la India, como los aceites comestibles, maderas y todo lo vinculado con el agro. La distancia no debe ser un obstáculo para el desarrollo de nuestras relaciones comerciales”.

Al referirse a la necesidad de profundizar los vínculos culturales entre ambas regiones, el reconocido asesor del gobierno indio propuso la organización de un Festival de la India que, cada dos años, elija como sede un país diferente de América Latina y el Caribe. “Es una idea que hay que desarrollar y poner en práctica en el corto plazo”, insistió.

También precisó que en América Latina existen más de 7000 institutos y organizaciones no gubernamentales que se dedican a la enseñanza de yoga, además de las 27 universidades que incluyen la actividad en su planes de estudio. “En materia educativa, tenemos 14 mil jóvenes estudiando en el extranjeros, pero en América Latina sólo hay unos 300. ¿Por qué no llegar a los 1000?”, volvió a plantear.

Con el mismo razonamiento, se preguntó por qué algunas de las casi mil películas que produce la industria de Bollywood, no pueden elegir algunas locaciones en América Latina, en lugar de mirar hacia Europa como ocurre en la actualidad.

Antes de concluir, se pronunció sobre la histórica posición de la India sobre América Latina y recordó el apoyo de su país a los reclamos argentinos de soberanía en las Islas Malvinas. “Sobre la situación en Colombia – afirmó – consideramos que los problemas deben resolverse en forma bilateral entre las partes en conflicto de cada país, no en los organismos internacionales”.

El encuentro con los periodistas latinoamericanos se llevó a cabo en la sede de la Fundación de Observación e Investigación (ORF), en la ciudad de Nueva Delhi. También participó el directivo de la entidad y doctor en filosofía Joyeeta Bhattacharjee, quien coincidió con Khatua en la necesidad de afianzar los vínculos políticos, económicos y culturales con los países de América latina y el Caribe.