«Cuando el gobierno habla de educación suele depositar todo su discurso en la «calidad educativa». A la hora de desmenuzarla, es usual que apelen a objetivos como el «deseo» y la «motivación», con escasa mención a las trayectorias y los contextos de las comunidades educativas. Pero esta vez la Provincia de Buenos Aires quedó a la vanguardia, con la capacitación a formadores docentes en el «recreo cerebral», una mezcla de Facundo Manes, Osho y Sri Sri Ravi Shankar.

Lugar: Colegio Albert Thomas, en La Plata. Día: martes 12 de marzo. Público: directores de los Centros de Capacitación, Información e Investigación Educativa (CIIEs) e inspectores regionales y distritales. ¿El objetivo? «Diagramar nuevas posibilidades de formación y actualización con propuestas de calidad», según la Dirección de Formación Continua, dirigida por Victoria Zorraquín de Pereyra Iraola, que en enero despidió vía email a 36 capacitadores de los Equipos Técnicos Centrales.

Zorraquín de Pereyra Iraola, familiar del secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, es además directora ejecutiva de Educere, una asociación civil con sede en Tandil que propone programas para escuelas con los que «puedan autogestionar su propia institución». Junto a la Fundación Varkey, Educere firmó en 2016 un convenio por más de 5,4 millones de dólares con el Ministerio de Educación de la Nación para capacitar por tres años a directivos de escuelas de cuatro provincias con el Programa de Liderazgo e Innovación Educativa. De acuerdo a una investigación del Observatorio de las Elites de la UMET, al menos nueve directivos de ONG educativas están vinculados de manera directa con la gestión macrista.

Volviendo al encuentro del martes, uno de los ejes principales fue mejorar el «clima escolar». Ahí hizo su aparición el concepto de «recreo cerebral». Según relataron a Tiempo distintos asistentes al evento (a los que no se les abonó pasajes ni viáticos), quien estuvo a cargo de la capacitación fue Lucrecia Prat Gay, definida como «neuropsicoeducadora, teacher trainer, docente de alma y aprendiz eterna». Actualmente directora de inglés y co–fundadora del Colegio Río de la Plata Sur, donde puso en marcha “el modelo de enseñanza compatible con el cerebro”. Es conocida también por ser hermana de Alfonso y afín al gobierno que «se desvela por manejar nuestro destino con la mejor de las intenciones y los valores universales bien puestos», según publicó en sus redes sociales, antes de abandonarlas debido a los comentarios «violentos» que recibía.

Ella fue la encargada de hacer foco durante la capacitación en los «recreos cerebrales». La hipótesis es que «en la escuela hay cerebros con cuerpos», y al mejor estilo personal trainer instaron a realizar respiraciones profundas para «oxigenar el cerebro» y dibujar en el aire cuadrados y círculos; y propusieron herramientas didácticas: músicas de Rocky y Superman al comienzo de clases, Chopin para las situaciones conflictivas, Mozart para tranquilizarlos en los exámenes, Ricky Martin para «energizarlos» y Queen para las «actividades rutinarias». El beneficio sería que con esto los alumnos pasarán a ser más «eficientes», liberarán estrés y «disfrutarán el proceso de aprendizaje».

Parada en una silla, megáfono en mano, explicó sobre lóbulo frontal y la reacción que habría en el salón si “entraba un león”. En otro momento quisieron enseñar que el espacio es necesario para trabajar, y propusieron desarmar el lugar, correr bancos, moverse ellos. Hasta que una docente le pide que le explique cómo gestionaba esa propuesta “en aulas atiborradas de adolescentes, con techos que se caen a pedazos, paredes sin pintas, con tiempos escolares que atentan contra todo aprendizaje”, lo que despertó el aplauso del auditorio.

«Era un monólogo de salita de tres», graficó Mariana, una de las asistentes. Y añadió: «La explicación de los recreos cerebrales es que los alumnos ‘se cansan, y como cada uno tiene sus tiempos debemos proporcionarles recreos cerebrales, hacerlos respirar lentamente, pensar en paisajes’. Yo pensaba en los paisajes de La Matanza y no me daba para respirar, más bien para pedirles que inviertan en infraestructura y en salarios. Les dijimos que sus ideas de recreos cerebrales en contextos de vulnerabilidad eran no sólo inviables, sino contraproducentes». En su esforzada traducción didáctica para que logren comprenderla, la capacitadora afirmó que «el recreo cerebral de las mujeres es el shopping», y mostrando láminas de cerebros levantando pesas y personas sentadas en una silla, graficó: «Si tu trasero está chato, tu cerebro está chato». «