El proyecto para «reperfilar» una parte de la deuda contraída en los últimos tres años y medio ingresará mañana al Congreso de la Nación por la Mesa de Entradas del Senado y se convertirá en el primer tema que el Frente de Todos deberá enfrentar en el Parlamento luego de la reunificación del peronismo y el categórico triunfo de las PASO.

En la Argentina que surfea el vértigo que impone la crisis, cinco días son una eternidad. Por eso, más allá de algunas generalidades, ninguno de los integrantes de los bloques peronistas en el Congreso dará su veredicto sobre el «reperfilamiento de deuda» anunciado por el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza.

“Hace meses que pedíamos que se renegociara con el FMI. Ahora hay que ver la letra chicas, repiten casi sin diferencias los legisladores opositores. La posición de todos los bloques que electoralmente conforman el FdT y los que integran Consenso Federal, el espacio que encabeza Roberto Lavagna, se para en el mismo lugar y esperan ver las cartas de Cambiemos. En la misma línea, pero fuera de micrófono, uno de los hombres fuertes del peronismo en la Cámara Alta admitió que «ni el gobierno sabe todavía lo que va a mandar. No saben que va pasar el lunes. Acá, en los pasillos, se escucha desde feriado cambiario hasta desdoblamiento del tipo de cambio».

Por su parte, los voceros del oficialismo en el Senado señalan que el proyecto se terminará de pulir el fin de semana y que el lunes será enviado al Congreso.

En ese contexto el jefe del  bloque de senadores del PJ, el cordobés Carlos Caserio, se reunirá el miércoles para analizar, con el texto ya en la mano, cuál será la posición. Se espera que algo similar ocurra con el bloque del Frente para la Victoria que conduce Marcelo Fuentes. Pero nadie moverá antes de que el Poder Ejecutivo envíe el proyecto.

En el marco de la informalidad, los rumores y pese a la certeza de que la iniciativa  ingresará por el Senado, el titular del bancada del Frente para la Victoria en Diputados, Agustín Rossi, y el presidente de la Cámara Baja, Emilio Monzó, se juntaron el jueves por la tarde. Como sucede cada vez que se reúnen Monzó fue el anfitrión. En un marco de informalidad hablaron sobre el camino que tendría que recorrer el proyecto en cuanto llegue a la Cámara Baja. Analizaron fechas probables y sobrevolaron como será el funcionamiento de la Comisión Bicameral de Seguimiento de la Deuda que se juntará el miércoles a las 15 para escuchar al ministro de Hacienda defender el «reperfilamiento».

La reunión se realizará en el Salón Atrio del Senado y estará presidida por el senador  formoseño José Mayans, quien desde 2015 se convirtió en uno de los más duros opositores al endeudamiento sistemático propiciado por Cambiemos desde que llegó al poder. El reemplazante de Nicolás Dujovne también tendrá que lidiar en la Comisión con el exministro de economía, Axel Kicillof, que también desde su banca cuestionó la toma de deuda cada vez que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, visitaba la Cámara Baja para brindar el informe de gestión.

Más reestructuración general de la deuda, la iniciativa deberá ser dictaminada por las de comisiones de Presupuesto y Economía Nacional. Por lo cual, el oficialismo, en el escenario más optimista, podría lograr que el texto, más allá de lo que suceda con la exposición de Lacunza que brindará detalles en el recinto la segunda semana de septiembre, se convierta en ley antes de fin de mes.    

Para lograr que los tiempos sean los que el Ejecutivo quiere, Miguel Ángel Pichetto tendrá que despegar todo su talento y conseguir que el  texto que salga del Senado sea aprobado sin modificaciones en Diputados.

Más allá de las especulaciones, los tiempos y cómo se pararán los actores, lo cierto es que en el Parlamento, como en todo el universo político, nadie se anima a pensar seriamente un escenario para dentro de 15 días.  «